CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 20 abril 2007 (ZENIT.org).- Respeto de los derechos humanos y necesidad de diálogo para acabar con la violencia en Sri Lanka han sido las dos peticiones que presentó Benedicto XVI este viernes al recibir en audiencia al presidente de ese país, Mahinda Rajapaksa.
El coloquio privado entre el Papa y el presidente de esa República Socialista Democrática duró unos 20 minutos. Sucesivamente, Rajapaksa se entrevistó con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.
Un comunicado emitido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede explica que «en los coloquios, a la luz de la situación actualmente existente en Sri Lanka, se ha confirmado la necesidad de respetar los derechos humanos y de reanudar el camino del diálogo y de las negociaciones como único camino para acabar con la violencia que ensangrienta la isla».
«La Iglesia católica, que ofrece una contribución significativa a la vida del país, intensificará su delicado esfuerzo de formación de las conciencias, con el único objetivo de favorecer el bien común, la reconciliación y la paz», añade la nota.
El presidente estaba acompañado por un séquito de 16 personas, por la mujer, y un hijo.
Los católicos en Sri Lanka son el 7% de la población que cuenta con 21 millones de habitantes, en su mayoría budistas (casi el 70 por ciento), con importantes comunidades musulmanas e hindúes, en ambos casos superiores al 7%.
La confrontación entre los separatistas «Tigres de la Liberación por la Tierra Tamil» (LTTE, por sus siglas en inglés) y el Gobierno de Sri Lanka comenzó en 1983, cuando los rebeldes optaron por crear por la vía armada un «Estado independiente» en las regiones norteñas y orientales de la isla, de mayoría poblacional tamil.
En 2006 y en los primeros tres meses de este año en combates y atentados terroristas murieron en Sri Lanka casi 3.000 personas, entre civiles, militares y separatistas, según agencias de noticias internacionales.
