CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 15 abril 2007 (ZENIT.org).- Presentado oficialmente el viernes, el libro de Joseph Ratzinger «Jesús de Nazaret» no es un documento del magisterio papal –como el propio pontífice insiste-, pero paradójicamente aporta la clave de lectura de muchos aspectos de su pontificado, constata el padre Federico Lombardi –director de la Oficina de Información de la Santa Sede-.

El sacerdote jesuita añade su agradecimiento al Papa por este volumen en el último numero de «Octava Dies», informativo semanal producido por el «Centro Televisivo del Vaticano» -del que también es director-, transmitido por canales de televisión de todo el mundo en varios idiomas.

Se puede añadir otra paradoja: que siendo el Papa Joseph Ratzinger quien cumple 80 años el lunes, es él quien haga un regalo compartiendo su búsqueda personal del rostro de Cristo en este libro.

El 16 de abril, de hecho, se lanzan 350 mil ejemplares en las librerías italianas; al mismo tiempo salen las ediciones en polaco y alemán. Está en marcha la traducción de «Jesús de Nazaret» a una veintena de idiomas.

El cardenal Christoph Schönborn –arzobispo de Viena- fue el encargado, en la concurridísima presentación pública del libro en el Aula del Sínodo –en el Vaticano-, de trazar los rasgos de este trabajo de Joseph Ratzinger, del que se espera una segunda parte.

Con este libro Joseph Ratzinger – Benedicto XVI sólo desea una cosa, como él mismo recalca en la introducción: que pueda favorecer en el lector el crecimiento de una relación viva con Jesús de Nazaret.

A continuación publicamos el citado comentario del padre Lombardi en «Octava Dies».

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Jesús: el rostro de Dios



Cuando una persona cumple años, habitualmente se le hace un regalo. El Papa cumple 80 años, pero el regalo nos lo ha hecho él. Su libro sobre Jesús, anunciado hace algunos meses, está por fin en nuestras manos.

Es el fruto de una vida de reflexión, de búsqueda cultural, de meditación, de experiencia pastoral, en la fe cristiana. Leyéndolo comprendemos por qué ha querido llevarlo a cumplimiento con tanta determinación, a pesar de los compromisos de extrema responsabilidad para la Iglesia universal que se han presentado, en los últimos dos años, dominando el horizonte de sus jornadas.

La vida, la mente y el corazón de este creyente, que es hoy nuestro Papa, siguen estando centradas en lo que siempre ha sido y evidentemente continúa siendo para él lo primero necesario: conocer y escuchar a Jesús para entrar en una relación viva y profunda con Él; entender qué nos ha querido traer Jesús: el conocimiento de Dios.

Paradójicamente, mientras él mismo nos dice que este libro no es un documento del magisterio papal, sino el fruto de su personal compromiso teológico, tenemos la clara impresión de que leyendo estas páginas contamos con una clave preciosa para comprender mejor muchos aspectos de su pontificado: sus homilías, sus catequesis de los miércoles, el estilo de su gobierno y del orden de su vida, en cierto sentido también las prioridades y diversas elecciones de su gobierno. Sabemos mejor quién es el Papa, qué es verdaderamente esencial para él, y por lo tanto qué nos quiere decir a todos los creyentes en Jesucristo, a los hombres y a las mujeres de hoy. Le estamos profundamente agradecidos.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]