Universitarios de la Ciudad Eterna celebraron, en honor del 80º cumpleaños y del segundo aniversario de pontificado de Benedicto XVI, una velada cultural en la que el cardenal Tarcisio Bertone intervino, dando respuesta al lema sugerido por aquellos en esa cita del 19 de abril: «Evangelio y jóvenes. Del mito a la realidad».
Tal tema «revela vuestro especial deseo –señaló el purpurado italiano- de compartir con el Santo Padre el amor fiel por el Señor Jesús, único Salvador del mundo y, a la vez, de ofrecer a vuestros coetáneos el testimonio de vuestro gozoso seguimiento».
Y es que, como señalan repetidas invitaciones del Papa –prosiguió el cardenal Bertone-, «quien ha descubierto a Cristo debe llevar a los demás hacia Él» porque «una gran alegría no se puede tener para sí» solamente.
Sólo tres días antes se había lanzado en las librerías italianos el libro de Benedicto XVI, «Jesús de Nazaret», al que se remitió el cardenal Bertone para profundizar en el tema de la velada universitaria cultural.
«Evangelio y jóvenes. Del mito a la realidad» «no se presenta como un eslogan, sino que nos lleva a razonar con Benedicto XVI sobre la situación temporal de Jesús dentro de la historia universal», propuso el purpurado.
Y es que, como escribe el Papa -y citó el cardenal Bertone-, «la actividad de Jesús no hay que considerarla introducida en un mítico antes-o-después, que puede significar a la vez siempre y nunca; es un aconteciendo histórico que se puede fechar precisamente con toda la seriedad de la historia humana realmente ocurrida –con su unicidad, cuya contemporaneidad con todos los tiempos es diferente de la atemporalidad del mito».
«Estamos aún orientados a las fiestas de Pascua y, contemplando en particular el mundo de la comunicación al que los jóvenes son muy sensibles, surge preguntarse si la resurrección de Cristo se considera aún una noticia que hay que comunicar y apoyar, como cuando fue difundida tras la crucifixión, que convulsionó tanto Jerusalén que se intentó sofocar con la sangre. O bien si no se ve como una especie de mito repetido de año en año», reflexionó el cardenal Bertone.
En su opinión, «la respuesta nos llega de los innumerables mártires cristianaos, también de nuestro tiempo».
Y es que, «a dos mil años de distancia, por la veracidad de esta noticia se sigue muriendo y viviendo, porque ésta es la buena noticia que hace vivir en plenitud la vida y por la cual, por lo tanto, vale la pena entregarse uno mismo», recalcó.
E hizo hincapié en que, para ser testigos, es necesario «poseer una robusta preparación, no sólo doctrinal, sino vital, de la fe cristiana».
«El conocimiento de Dios, en su realidad verdadera y profunda, no puede comprenderse adecuadamente con los únicos instrumentos de análisis con los que intentamos indagar en los fenómenos sociales y culturales. La presencia de Dios, en Jesucristo, es aferrable sólo si el hombre se deja involucrar entrando en una relación que es luz y misterio», aclaró.
«Se le reconoce así -profundizó- como Palabra/Logos que orienta y construye la historia y toma en consideración a todo el hombre, con sus dudas y sus fragilidades, sus preocupaciones y sus esperanzas, su inteligencia y su fragilidad».
La Oficina de Pastoral Universitaria del Vicariato de Roma se encargó de organizar esta velada cultural, un homenaje que quisieron rendir a Benedicto XVI los jóvenes estudiantes de las universidades locales.
En ella el secretario de Estado del Papa recibió, para el pontífice, el volumen preparado por los jóvenes profesores de Roma y de la región del Lacio bajo el título: «La Caridad intelectual. Itinerarios culturales para un nuevo humanismo».
Asimismo se hizo entrega al cardenal Bertone de otro regalo para el Papa Joseph Ratzinger en su doble cumpleaños: un DVD con dos grandes Oratorios de Lorenzo Perosi: «La Navidad del Redentor» y «La Resurrección de Cristo», interpretados por la Orquesta del Conservatorio de Santa Cecilia, por el Coro interuniversitario y los coros de los Conservatorios y de las Universidades del Lacio, bajo la batuta del maestro Valentino Miserachs.