Obispos estadounidenses en la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano

Habla monseñor Ricardo Ramírez, CSB, obispo de Las Cruces (Estados Unidos)

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APARECIDA, viernes, 18 mayo 2007 (ZENIT.org).- Una de las novedades de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que se celebra en el Santuario de Aparecida (Brasil) hasta el 31 de mayo, es la significativa participación de obispos procedentes de los Estados Unidos.

Monseñor Ricardo Ramírez, CSB, obispo de Las Cruces (Estado de Nuevo México, Estados Unidos), diócesis de 75 mil kilómetros cuadrados, 50 parroquias, 350 mil personas, la mitad de ellos católicos, explica a Zenit cómo participan los obispos de su país y cuáles son las esperanzas de la Iglesia en Estados Unidos ante esta Conferencia

–¿Por qué se ha invitado a obispos norteamericanos a participar en la Conferencia de Aparecida?

–Monseñor Ricardo Ramírez: Creo que la raíz de la invitación viene del Papa Juan Pablo II, que tuvo la iniciativa de congregar a todo el hemisferio en el Sínodo para América, y luego en el documento «Ecclesia in America» hizo un intento de unificarnos a todas las diócesis de toda América, no sólo de América Latina, sino también a las del norte.

Esa es la razón porque ahora hay canadienses y norteamericanos en esta Conferencia. De estados Unidos somos cuatro: el presidente de la Conferencia Episcopal y otros tres, el presidente de la Comisión para los asuntos hispanos, el presidente de la Iglesia para América Latina, y un servidor, que trabajó en la Comisión central de preparación de la Conferencia.

–¿Como actúan los obispos norteamericanos en esa Conferencia?

–Monseñor Ricardo Ramírez: Hemos venido como observadores, a ver cómo podemos servir. Porque no podemos imponernos. Somos de un país muy grande, muy poderoso, de mucha influencia, pero tenemos que ser muy delicados en la forma en que vamos actuar en esta Conferencia. Sin querer imponernos, sin embargo queremos contribuir con nuestra experiencia, con nuestro conocimiento de un país que tiene mucha influencia en todo el mundo y ciertamente en América Latina. Mucho de lo bueno, mucho de lo malo tiene sus orígenes en Estados Unidos. Y por eso estamos aquí.

–Ustedes vienen de un país muy poderoso, como usted dice, pero, por otro lado, hablan también a favor de un pueblo hispano que vive allí y que muchas veces atraviesa grandes dificultades

–Monseñor Ricardo Ramírez: Estamos aquí también porque hay más de 40 millones de hispanos en Estados Unidos, y la mayor parte todavía son católicos, aún que muchos han salido de la Iglesia. De esos 40 millones, entre el 80% y el 85% son católicos, y tenemos que abogar por ellos también. Tenemos que recordar a los obispos de América Latina que sus hermanos y hermanas que antes estuvieron en sus países ahora están con nosotros, y ojalá que los obispos en el documento final envíen un mensaje de aliento a nuestro pueblo católico hispano de los Estados Unidos.

–¿Usted trae alguna preocupación especial a esta Conferencia?

–Monseñor Ricardo Ramírez: Ante todo están los problemas de evangelización, de la pastoral. Queremos descubrir pautas para esa nueva evangelización de la que hablaba Juan Pablo II. Creo que podemos recibir una dirección para nuestro país, aún no siendo de América Latina, pero sobre todo podemos aprender mucho de aquí. Medellín nos impulsó también en los Estados Unidos. También Puebla tuvo su influencia. Santo Domingo no tanto. Yo espero que Aparecida tenga una influencia en nuestra pastoral en los Estado Unidos, especialmente con los hispanos, pero no solamente con los hispanos. Aparecida puede enriquecer a todo el continente.

–¿Como es la situación de los hispanos en Estados Unidos?

–Monseñor Ricardo Ramírez: Lo más trágico son los indocumentados, que viven en la sombra de la sociedad, pues no pueden vivir su vida normal. Tienen miedo, por ejemplo, a ir a una iglesia, porque ahí también les puede apresar la patrulla fronteriza. Tienen miedo a hacer apostolado en la parroquia. Cuando se les pide poner sus nombres y registrarse para ser catequistas, rechazan la oportunidad, porque tienen miedo de que la información vaya a parar a manos del gobierno y tengan que salir. Están ahí con sus hijos que nacieron en Estados Unidos; los hijos son ciudadanos, pero los padres son indocumentados. Si tienen que salir los padres, ¿qué van a hacer con los hijos?

–¿Esos hispanos son una fuerza para el catolicismo en Estados Unidos?

–Monseñor Ricardo Ramírez: Cada vez más grande. Se cree que en unas dos o tres décadas, el mayor grupo católico en Estados Unidos serán los hispanos. Más del 50%.

–¿Qué pueden esperar de la Conferencia de Aparecida los católicos hispanos que viven en Estados Unidos?

–Monseñor Ricardo Ramírez: Deben de esperar una palabra de aliento de los obispos de América Latina, que los animen, para que sigan siendo católicos, para que sigan unidos en las familias, para que mantengan sus tradiciones y sus valores que traen de aquí, de América Latina. Creo que una palabra de aliento de los obispos de América Latina para los inmigrantes sería algo muy bueno.

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ZENIT Staff

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