CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 20 mayo 2007 (ZENIT.org).- A una semana de la solemnidad de Pentecostés, Benedicto XVI ha invitado al recogimiento en la oración, a ejemplo de los Apóstoles junto a la Virgen María, para pedir la efusión del Espíritu Santo.
Una multitud de fieles y peregrinos acogieron este llamamiento en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, en una espléndida mañana primaveral durante la cita de la oración mariana del «Regina Caeli» con el Papa.
Aludiendo a la solemnidad de la Ascensión del Señor-que la liturgia recordó el pasado jueves, pero que en algunos países se celebra hoy-, el Santo Padre recordó que, con el retorno al Padre, Jesús Resucitado «nos abre el camino a la vida eterna y hace posible el don del Espíritu Santo».
Por ello, «como entonces hicieron los Apóstoles, también nosotros, después de la Ascensión, nos recogemos en oración para invocar la efusión del Espíritu, en unión espiritual con la Virgen María», invitó.
Se refirió así al capítulo 1 de los Hechos de los Apóstoles, cuyos versículos (12-14), después del relato de la Ascensión del Señor, narran el regreso de los apóstoles a Jerusalén y la perseverancia de todos ellos, en un mismo espíritu, en la oración, en compañía de María, la Madre de Jesús.
«Que su intercesión obtenga para toda la Iglesia un renovado Pentecostés», expresó el Papa refiriéndose a la Virgen María.
Benedicto XVI aprovechó también los saludos posteriores al rezo del «Regina Caeli» en su sintética preparación para la solemnidad de Pentecostés, que la Iglesia celebra el próximo domingo.
«Como los primeros discípulos reunidos con María en el Cenáculo, esperamos la llegada del Espíritu Santo que nos dará fuerza para ser testigos de Cristo resucitado en el mundo», expresó en español.
En portugués invocó los dones del Espíritu Santo sobre todos los fieles para lograr su transformación en verdaderos discípulos y misioneros de Jesucristo, en medio de las familias y comunidades.
Aniversario de nacimiento de Juan Pablo II
El viernes, 18 de mayo, fue el aniversario de nacimiento del Siervo de Dios, Juan Pablo II (1920-2005).
De la fecha hizo también memoria este domingo Benedicto XVI, entre los aplausos de los peregrinos en la Plaza de San Pedro.
Al saludar en polaco a los compatriotas del Papa Karol Wojtyla –siempre presentes en Roma-, les ha agradecido su oración por la beatificación de su predecesor en la sede petrina.
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May 20, 2007 00:00