APARECIDA, martes, 22 mayo 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, considera que quienes atacan a Benedicto XVI por sus declaraciones sobre la evangelización de los indígenas no han tenido en cuenta el contexto en que las pronunció.
El presidente venezolano Hugo Chávez pidió el viernes al Papa que se disculpe ante los pueblos de América Latina por haber afirmado que la evangelización católica se realizó sin imposiciones.
En un informe enviado a sus fieles desde Aparecida, donde participa en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, el arzobispo de la capital venezolana aclara que en el discurso de inauguración de esta cumbre eclesial, el 13 de mayo, el Papa «no se refirió a la controversia sobre la conquista y colonización española».
«Ni tampoco destacó, porque no era su objetivo, la labor de defensa de los indígenas y de los africanos que denodadamente llevó a cabo la Iglesia, contra la ambición y crueldad de muchos conquistadores», añade el purpurado.
«Habló sobre la evangelización y la aceptación de la fe por los pueblos originarios, y lo que dijo textualmente fue: "el anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña"», recuerda el cardenal.
Según el arzobispo, «el drama histórico de la conquista y la colonización de América, con sus luces y sombras, no entraba en el objeto del discurso papal, ni es responsabilidad de la Iglesia entonces o ahora, como tampoco lo es la actuación de los gobiernos en nuestros días».
«Habría que decir más bien que fue la Iglesia defensora incansable de los indígenas, y ello explica por qué, al contrario de Norteamérica donde los indígenas casi desaparecieron, nuestros pueblos son mestizos, y porqué en países como México, Guatemala, Ecuador Perú y Bolivia, se conserva una inmensa población indígena».
«Esto explica por qué, aquí en Aparecida, vienen anualmente mas de ocho millones de brasileños humildes, descendientes de indígenas y afroamericanos, a manifestar su fe católica», añade el purpurado.
«La responsabilidad del drama de la conquista y la colonia no recae sobre la Iglesia sino sobre otros actores», subraya.
«No tiene pues el Papa que disculparse por un pretendido genocidio u holocausto, que la Iglesia no propició sino combatió», afirma.
«La polémica desatada y los ataques lanzados son injustos, sin base histórica, y sin una lectura detenida del discurso de Benedicto XVI», subraya.
«Como venezolano, y como cardenal arzobispo de Caracas» concluye haciéndose «totalmente solidario del Santo Padre en este momento difícil, inscrito en medio de un proceso de cambio político y cultural que se está produciendo en Venezuela».
E invita «a todos los sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos comprometidos y fieles en general como buenos hijos de la iglesia en esta arquidiócesis de Caracas, a sentir esa misma solidaridad».
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May 22, 2007 00:00