Los prelados piden a los participantes en la cumbre que «guíen la economía mundial a un desarrollo humano, ecológico y sostenible, basado en la justicia, la solidaridad y el bien común global».
Este es el texto del mensaje.
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Nosotros, los obispos católicos reunidos en la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida/Brasil, asumiendo nuestra responsabilidad como pastores de nuestros pueblos, tan sufridos por las injustas relaciones entre países pobres y países ricos, apelamos a los Jefes de Estado y de Gobierno del G-8 reunidos en Heiligendamm /Alemania para que guíen la economía mundial a un desarrollo humano, ecológico y sostenible, basado en la justicia, la solidaridad y el Bien Común global.
Si bien los países del G-8 no tienen un mandato para un gobierno global, sus decisiones tienen amplias consecuencias para la vida de millones de personas en todas partes del mundo. Por tal razón les instamos a asumir esta responsabilidad con gran solidaridad”.
Junto con el Papa Benedicto XVI en su carta a la canciller alemana Angela Merkel, estamos convencidos que una de las tareas más urgentes de nuestro tiempo es eliminar la extrema pobreza antes del año 2015 y poner a disposición los recursos necesarios. Eso está vinculado inseparadamente con la paz y la seguridad mundial.