CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 18 julio 2007 (ZENIT.org).- La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos cumplirá el próximo año un siglo, según recuerda el documento que acaban de publicar conjuntamente las Iglesias cristianas para el octavario de 2008.
«En la actualidad, la colaboración entre las Iglesias, las parroquias y las comunidades anglicanas, católicas, ortodoxas, y protestantes en la preparación y la celebración de la Semana de Oración por la Unidad es una práctica ya familiar, lo que es prueba tangible de la eficacia de la oración por la unidad», afirma el texto.
«Se justifica que podemos hablar de la historia de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos como la de un éxito. Es para nosotros fuente de gran alegría y profunda gratitud», añade el documento preparado conjuntamente por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias.
El texto, publicado en Internet por la página web de la Santa Sede (www.vatican.va), tiene por objetivo ayudar a los más de dos mil millones de cristianos de las diferentes confesiones a vivir esta Semana del año 2008 que lleva por tema: «No ceséis de orar», cita tomada de la primera carta de san Pablo a los Tesalonicenses (5, 17).
La primera Semana, que entonces se llamó «Octavario por la unidad de la Iglesia», fue promovida por el padre Paul Wattson, sacerdote episcopal (anglicano) y cofundador de la Sociedad del «Atonement» de Graymoor (Garrisson, en el Estado de Nueva York), del 18 al 25 de enero de 1908.
El texto recuerda que «cuando el Padre Paul Wattson concibió y llevó a la práctica el octavario de oración», «para él la unidad significaba en realidad el retorno de las distintas Iglesias al seno de la Iglesia católica romana».
«Eso influyó en la elección de las fechas para el octavario: éste comenzaría el 18 de enero que en aquella época en el calendario católico romano era la fecha de la “Fiesta de la Cátedra de Pedro” y se concluiría el 25 de enero, Fiesta de la conversión de Pablo».
«Después de la entrada de la Sociedad del Atonement en la Iglesia Católica en 1909, el Papa Pío X dio su bendición oficial al octavario por la unidad», añade el texto.
Otro de los protagonistas de la historia de esta semana, a mediados de los años treinta, según explica el material distribuido, es el Abad Paul Couturier de Lyón (Francia).
«En esta época, la celebración del octavario había comenzado a extenderse en toda la Iglesia católica y en un pequeño número de comunidades anglicanas favorables a la reunión con el obispo de Roma», recuerda el documento.
«No obstante, por razones teológicas este enfoque era rechazado por un gran número de cristianos que no pertenecían a la Iglesia católica. El Abad Couturier mantuvo las fechas del 18 al 25 de enero pero modificó la terminología: el objetivo de la “Semana universal de oración por la unidad de los cristianos” que promovía era la unidad de la Iglesia “tal como Cristo la quiere”», recuerda.
La Semana de Oración se celebra normalmente en el hemisferio norte en esas fechas, mientras que muchos países del hemisferio sur la celebran durante los ocho días que preceden a Pentecostés.
En este siglo de historia hay una fecha decisiva, subrayada por los textos preparatorios: «el 25 de enero de 1959, día de la conclusión del octavario de oración por la unidad, cuando el Papa Juan XXIII convoca el Concilio Vaticano II» acontecimiento que permitió a la Iglesia católica «entrar de manera decisiva» «en el movimiento ecuménico».