LA PAZ, viernes, 20 julio 2007 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje que han publicado los obispos de Bolivia sobre la Asamblea Constituyente, en el que convocan además una Jornada de Oración para el próximo 27 de julio .
¡CREEMOS Y ESPERAMOS!
«Brille igualmente la luz de ustedes ante los hombres» (Mt. 5,16)
Amados hermanos y hermanas:
Entre las imágenes más profundas y desafiantes usadas por Jesús para definirse y manifestar su misión encomendada por el Padre, es la de ser luz. «Yo soy la luz del mundo, quien me siga no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Jn. 8,12). En este momento particular de la historia boliviana, de búsquedas y de nuevos horizontes par el Estado y la sociedad, los pastores de la Iglesia Católica hacemos un llamado a todo el Pueblo de Dios a participar del mandato del Señor: « Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad construida sobre un monte. No se enciende una lámpara para meterla en un cajón, sino que se pone en el candelero para que alumbre a toda la casa. Brille igualmente la luz de ustedes ante los hombres» (Mt. 5,14-16).
Los nuevos signos de los tiempos que irrumpen el presente y futuro de Bolivia necesitan la luz de Jesucristo para ver con claridad las angustias y esperanzas del pueblo y para que las decisiones que tomemos todos, en la libertad y responsabilidad que nos corresponde, lleven a nuestro pueblo a tener, en Jesucristo, vida y vida en plenitud. Por eso la dignidad humana debe ser la fuente de inspiración para la definición de los derechos y deberes fundamentales, el bien común y el destino universal de los bienes, los principios de la organización económica, la subsidiaridad y la participación de los criterios del sistema político, la solidaridad y la solidez moral de la sociedad, en la que todos seamos verdaderamente responsables de todos. Estos principios los hemos desarrollado en nuestro mensaje «Construyamos una Bolivia para todos» de marzo de 2006.
Pensando en el bien pastoral de nuestro pueblo y recogiendo los elementos que señalábamos en el «Mensaje de la Conferencia Episcopal Boliviana» de mayo de 2006 con actitud abierta y pluralista presentamos propuestas a la Asamblea Constituyente para que la nueva Constitución reconozca:
1. La realidad religiosa del pueblo boliviano,
2. el derecho a la libertad religiosa,
3. el derecho de la educación como bien público,
4. el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos,
5. la educación pública, de convenio y privada,
6. la educación religiosa como parte de la educación integral,
7. a la Iglesia Católica como persona colectiva de derecho público,
8. el deber estatal de protección del matrimonio, la familia y la maternidad,
9. el matrimonio fundado en la unión de varón y mujer,
10. el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Con estas propuestas estamos pidiendo para todas las creencias e iglesias el respeto y reconocimiento de valores, principios y derechos universalmente aceptados y compartidos por la mayoría de nuestro pueblo boliviano.
Para dar a conocer nuestras propuestas hemos recurrido y recurriremos siempre a la fuerza del diálogo y la oración. Impulsados por nuestra fe y no por motivaciones meramente humanas y menos por razones políticas, y convencidos del valor del diálogo nos hemos hecho presente en las Comisiones correspondientes en la Asamblea Constituyente para exponer los artículos y los fundamentos de nuestra propuesta.
Pero también se hace necesario recurrir a la fuerza de la oración como nos enseña Jesús: «Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá» (Mt. 7,7-8). Es oportuno en este momento tener presentes las palabras que nos decía nuestro Cardenal Julio Terrazas: «Queremos pedir a Dios la luz para quienes están trabajando en la elaboración de la Carta Magna, luz que abra horizontes; luz que permite que nos encontremos con el otro y podamos también aceptar su punto de vista» (30-6-07).
Por eso, nuevamente volvemos a convocar a la «Jornada de Oración» que tendrá lugar el viernes 27 de julio. Ese día nuestras capillas, parroquias, templos, colegios, centros y otros lugares serán espacios de encuentro de cristianos que oran, reflexionan e imploran al Dios de la Vida, para luego, a partir de las 19:00 dirigirse a los atrios de las catedrales u otros lugares que cada Iglesia vea conveniente para proclamar la Palabra de Dios y celebrar nuestra fe como signo de comunión eclesial.
Como cristianos estamos llamados a dar testimonio de la luz de Cristo, superando la pasividad y la indiferencia. Los Pastores esperamos de cada uno:
• Conciencia de sus valores cristianos y su identidad eclesial,
• Conciencia de su derecho y deber de participar en la construcción de una sociedad basada en los valores y derechos humanos y cristianos universalmente aceptados,
• Conciencia para discernir críticamente las propuestas y decisiones de la Asamblea Constituyente a la luz del Evangelio,
• Conciencia para recurrir siempre al diálogo y la oración para hacerse escuchar evitando la tentación de la confrontación, somos hombres y mujeres de paz,
• Conciencia para defender la dignidad humana, la libertad, la justicia social para hacer de Bolivia «una patria donde no haya a amos ni explotadores» (Juan Pablo II visita 1988).
En el espíritu de la V Conferencia de Aparecida queremos ser discípulos y misioneros de la Patria nueva, porque «Creemos y Esperamos» que la luz de Cristo alumbrará nuestro caminar. No tengamos miedo, el Señor marcha con nosotros, Él es el «Camino, la Verdad y la Vida» (Jn. 14,6).
Los obispos de Bolivia