ROMA, miércoles, 26 septiembre 2007 (ZENIT.org).-En una reciente visita a la sede de la asociación católico-pastoral Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), Su Beatitud Antonios Naguib, patriarca de la Iglesia copta católica en Egipto, explicó cómo la contradictoria situación legal en ese país está dificultando la actuación de la Iglesia.
Según señaló, por un lado, la Constitución garantiza la libertad religiosa y de conciencia, pero por otro, esa misma Constitución consagra el principio de que el islam tiene categoría de religión estatal y que la ley islámica es la «fuente fundamental del sistema legal».
El patriarca precisó que la mayoría de los musulmanes viven según la «charia» (ley islámica», según la cual, un musulmán no puede convertirse a otra religión sin ser castigado por ello, y a veces, incluso con la muerte.
Para la Iglesia egipcia, otro grave problema derivado de la confusa situación legal es la dificultad a la hora de obtener licencias para construir templos.
La Iglesia tiene que insistir mucho para obtener estos permisos, explicó el patriarca. Y es que sigue en vigor una ley del siglo XIX que obstaculiza la construcción de edificios de culto para los cristianos.
No obstante, reconoce que también hay algunas voces en la sociedad que piden que se cambie esta ley, y que algunos intelectuales musulmanes se manifiestan a favor de que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley. El patriarca Naguib manifestó su esperanza de que pronto las cosas cambien.
Sin embargo, también señaló que en la actualidad se da un tratamiento muy arbitrario de estos asuntos, cuya resolución depende en gran medida de la persona responsable. Ocasionalmente, si uno tiene suerte, la persona que detenta la autoridad en relación con un problema particular ha asistido a una escuela católica, en cuyo caso, generalmente cabe esperar que actúe «con buena voluntad», dijo Naguib, añadiendo que esta circunstancia demuestra la gran importancia de las escuelas eclesiales, que también acogen a numerosos alumnos musulmanes.
Por lo general, la favorable experiencia que reciben en ellas de la Iglesia católica los induce a favorecer un entendimiento y una convivencia mejores entre musulmanes y cristianos en la edad adulta, explicó el patriarca.
La inmensa mayoría de la población egipcia (casi 80 millones de habitantes) es musulmana. La Iglesia copto-ortodoxa cuenta con unos 8 millones de creyentes, mientras que la Iglesia copto-católica sólo tiene unos 250.000.
La Iglesia católica tiene siete diócesis y un total de 11 obispos y 150 sacerdotes. Sin embargo, y pese a ser una minoría, gestiona numerosas escuelas e instituciones sociales, todas ellas abiertas también a los miembros de otras religiones.