QUITO, jueves, 6 marzo 2008 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Ecuador ha hecho público un comunicado, ante el incidente fronterizo con Colombia, en el que rechaza la violación de las fronteras, titulado «Ecuador, país de paz y solidaridad».
Ante los últimos acontecimientos que son de dominio público, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, en primer lugar, «lamenta profundamente lo ocurrido entre dos naciones hermanas, Ecuador y Colombia, históricamente unidas por múltiples vínculos».
Así mismo, «manifiesta su dolor, ante Dios y ante ambos pueblos, más allá de consideraciones políticas, por el nuevo episodio de muertes violentas, cuya sangre clama al cielo. Rechaza la violación de las fronteras ecuatorianas por parte de cuantos han incursionado ilegalmente en nuestro territorio».
«Al constatar la pertinacia del recurso a la violencia, que solamente genera más violencia», los obispos ecuatorianos hacen un llamamiento «a deponer la agresividad y a emprender un diálogo sincero, camino de reconciliación».
La Conferencia Episcopal exhorta «a esclarecer los hechos sucedidos en la frontera norte, con transparencia, verdad y justicia».
Invita «a todos los ecuatorianos a afirmarnos en la unidad y en la solidaridad, como camino para hacernos fuertes y defender la dignidad nacional, hacia dentro y hacia fuera de nuestras fronteras».
Invita también «a no renunciar a nuestra vocación de pueblo amante de la paz y a construirla desde la justicia y el respeto del derecho».
Pide al Gobierno Nacional, a las instituciones públicas y privadas, a cada uno de los ciudadanos «que mantengamos la serenidad ante las duras adversidades que nos ha tocado enfrentar en las últimas semanas».
Concluye invocando «la protección de Dios para que nos ilumine a fin de que trabajemos juntos para superar las situaciones difíciles con inteligencia y decisión».