ROMA, lunes, 17 marzo 2008 (ZENIT.org).- Numerosos obispos y jóvenes ignoran todavía la existencia del Centro San Lorenzo que puede «prestar grandes servicios a grupos o peregrinos individuales» de paso en Roma, así como a jóvenes llegados a Roma por razones de trabajo o estudio.

Lo constata monseñor Francis Kohn, responsable de la sección de jóvenes del Consejo Pontificio para los Laicos, y sacerdote de la Comunidad del Emmanuel, en una entrevista concedida a Zenit, con motivo de los 25 años del Centro San Lorenzo. El Consejo Pontificio para los Laicos tiene a su cargo la responsabilidad pastoral del Centro.

Monseñor Kohn se ha alegrado de la venida de Benedicto XVI al Centro. El Papa celebró la Misa el domingo 9 de marzo, en la pequeña capilla del Centro San Lorenzo, en presencia de 200 jóvenes del mundo entero que han colaborado en las actividades del Centro a lo largo de estos 25 años.

Monseñor Kohn recordó que el Centro San Lorenzo nació de la «gran solicitud del papa Juan Pablo II por los jóvenes», justo antes del año santo de la Redención en 1983, antes del envío de la cruz del año santo a los jóvenes, y justo antes de la institución de la Jornada Mundial de la Juventud.

«Creo que la mayor riqueza del Centro San Lorenzo, y es su misión, es ayudar a los jóvenes a descubrir la universalidad y el rostro joven de la Iglesia», subrayó. Explicó que los jóvenes que animan el Centro (los permanentes de la Comunidad del Emmanuel y también los jóvenes de otros movimientos y comunidades que han asegurado permanencias o participado de una manera o de otra en las actividades del centro a lo largo de estos 25 años), y los que lo frecuentan, vienen del mundo entero y reflejan esta universalidad de la Iglesia.

Concretamente, para cumplir su misión de ayudar a los jóvenes de paso en Roma a hacer una andadura de peregrinación, el Centro recibió tres prioridades del papa Juan Pablo II: acogida, oración y formación, explicó el responsable de la sección de jóvenes del Consejo para los Laicos.

El Centro acoje a todos los jóvenes peregrinos de paso en Roma, les ayuda a veces incluso a encontrar un lugar de alojamiento, así como a los grupos, y propone servicios para organizar estancias e itinerarios de peregrinación en Roma, explicó monseñor Kohn.

«Hay también una dimensión de acogida que no pudo ser prevista de partida pero que se ha desarrollado a lo largo de estos 25 años --precisó--. El Centro es también en efecto una familia para muchos de los jóvenes extranjeros que viven en Roma durante algunos años», en el marco de sus estudios o de su trabajo.

La segunda prioridad del Centro es la de la oración.

El Centro san Lorenzo es «antes que nada un Centro de oración. El Santo Sacramento está expuesto todos los días en esta pequeña iglesia romana magnífica, y la misa se celebra allí cada día», precisó monseñor Kohn.

«Muchos de los jóvenes han podido testimoniar desde hace 25 años que allí se hace, solos o encontrándose con otros jóvenes, la experiencia del encuentro con Dios», añadió.

Monseñor Kohn precisó que desde hace algunos años, la misa del viernes por la tarde es «celebrada por un cardenal o un obispo de la curia romana o de paso, en visita ad limina por ejemplo».

«Esto permite a los jóvenes descubrir Iglesias diferentes, de América Latina, de Asia, a través del testimonio de los prelados, pero es también una ocasión para estos obispos de conocer el centro y de encontrarse con los jóvenes que vienen», explicó.

La tercera dimensión de la misión del Centro es la formación: «Permitir a los jóvenes profundizar lo que es la Iglesia, la fe, los fundamentos de la vida espiritual», prosiguió monseñor Kohn.

«Esta dimensión de la formación ha sido concretada desde hace 25 años en numerosos ciclos de conferencias, por personalidades, testigos de la fe», declaró.

Subrayando la unicidad del centro San Lorenzo porque es el «centro del papa para los jóvenes», situado muy cerca de la plaza San Pedro, monseñor Kohn reconoció sin embargo que este modelo podría reproducirse en otros lugares del mundo y «que existe ya en santuarios o diócesis», como en Lourdes.

Monseñor Kohn concluyó que su deseo hoy para el Centro es que sea «antes que nada conocido, en Roma y en el exterior» y que se establezcan «lazos más estrechos, más profundos con diferentes diócesis en los países del mundo, para aprovechar las experiencias de los unos y de los otros».

El Centro festeja actualmente sus 25 años. Para toda información complementaria:  centrosanlorenzo@laity.va

Via Pfeiffer 24 - 00193 ROMA

Tel : +39-06.698.85332

 

Por Gisèle Plantec, traducido del francés por Nieves San Martín