ROMA, viernes, 7 marzo 2008 (ZENIT.org).- En la iglesia del Gesú, en Roma, se celebró en la tarde del jueves 6 de marzo, la Eucaristía de acción de gracias con la que los jesuitas clausuraron la 35ª Congregación General de la Compañía de Jesús, que comenzó el pasado 7 de enero en la curia general de los jesuitas en Roma y en la que participaron 226 religiosos de todo el mundo.
Durante estos dos meses la Congregación General centró sus trabajos, en primer lugar, en la elección del nuevo superior general de los jesuitas, proceso que culminó el 19 de enero con la elección del sacerdote español Adolfo Nicolás, quien sucede al holandés Peter-Hans Kolvenbach que pidió ser relevado de su cargo al frente de la Compañía por motivos de edad.
En segundo lugar, la congregación ha hecho un análisis de los retos que debe afrontar la Compañía en los próximos años y de las principales líneas de acción centraron el resto de los trabajos.
En este sentido, la Congregación General ha aprobado cuatro decretos referentes a la organización interna de la Compañía de Jesús, sobre la obediencia y el modo de ser vivida en relación al papado, acerca de la colaboración con el laicado en la misión de la Compañía de Jesús y el último de ellos en torno a la identidad del jesuita en el nuevo contexto global en el que vivimos, como señala la propia Compañía en una nota de prensa.
En la mañana de este viernes, el padre Nicolás ha explicado que «no se trata de una obediencia de gente que no piensa, todo lo contrario. El Papa nos dice: tenéis que seguir pensando e ir a las fronteras, a los puestos difíciles, donde otros quizá no pueden ir».
«Hemos tenido la conciencia, en esta Congregación, de que el hacer una declaración seria, entusiasta y gozosa al Santo Padre no reduce ni mucho menos la capacidad de la Compañía para reflexionar, para crear, para seguir dando a la Iglesia un servicio que sea dinámico».
Por lo que se refiere a los horizontes abiertos por esta Congregación, el padre general ha reconocido que el «apostolado intelectual en Asia es quizá más importantes que en otras partes».
«El Santo Padre lo ha formulado en términos de diálogo con la cultura. Me preguntó por Japón, me preguntó por la Universidad en la que trabajaba y me dijo: «Es muy interesante lo que hacéis en Japón: diálogo con la cultura»».
Por lo que se refiere a China, el superior se declaró optimista, aunque reconoció la gran complejidad de la realidad china.
Respondiendo a las preguntas de los periodistas, el padre Nicolás ha afirmado que la Compañía de Jesús reforzará su compromiso en África, que siempre corre el riesgo de ser marginada.
Haciendo referencia a la renuncia del padre Kolvenbach, el nuevo prepósito general afirmó que si un día considera que ya no es capaz de afrontar su cargo, seguirá el ejemplo de su predecesor.