ROMA, martes, 18 marzo 2008 (ZENIT.org).- Numerosas iglesias y edificios eclesiales del noreste de Mozambique han sufrido importantes daños a raíz del fuerte ciclón tropical Jokwe del 7 y 8 de marzo, así como por las abundantes lluvias torrenciales.

Así se lo ha comunicado el obispo de la Diócesis de Nacala, monseñor Germano Grachane, a la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Entre otros, se ha visto afectada la capilla de San Francisco Javier, que es un edificio de gran valor simbólico por su localización, pues fue ahí donde el gran Santo y Patrón de las Misiones permaneció seis meses entre 1541 y 1542, bautizando a muchas personas.

Según el obispo, también otras iglesias y centros eclesiales de tierra firme y de la Isla de Mozambique, que representa una parte importante de la diócesis y en cuyas cercanías se detectó el epicentro del ciclón, se han visto afectadas. Así, por ejemplo, menciona los tejados de la iglesia parroquial de Lumbo y de su sala parroquial, y la destrucción completa de nueve capillas de la isla.

El obispo Grachane ha pedido apoyo a Ayuda a la Iglesia Necesitada, dando las gracias por adelantado a todos aquellos que deseen «dar un testimonio vivo de solidaridad». Ayuda a la Iglesia Necesitada ha decidido destinar 50.000 euros a esta causa.

La Diócesis de Nacala se encuentra en la provincia de Nampula, en el noreste de Mozambique. A 420 kilómetros de distancia del litoral de este país se extiende la costa de la isla de Madagascar, que se ha visto repetidamente afectada por ciclones procedentes de la parte suroccidental del Océano Índico.