ROMA, martes, 10 junio 2008 (ZENIT.org).- La experiencia del vínculo madre-hija y la vivencia íntima de la fe son apoyos para escribir e interpretar, en palabras y gestos, la historia de María de Nazaret, un musical cuyo preestreno mundial acogerá el Aula Pablo VI del Vaticano el próximo martes.
Cuenta con el patrocinio del secretario de Estado del Papa -el cardenal Tarcisio Bertone– y de los Pontificios Consejos para la Cultura y las Comunicaciones Sociales. La producción es de AIRAM – Cultura e Comunicazione.
«Descubrir y conocer mejor a María mujer y María madre» es la propuesta del musical, iniciativa de Maria Pia Liotta.
María de Nazaret – Una historia que continúa es un espectáculo -explica– para relatar el acontecimiento «más extraordinario que jamás haya ocurrido, dando centralidad a la figura de María. María mujer y María Madre. María de Nazaret y María del mundo. María, madre de todos los tiempos», «la mujer más importante de la humanidad».
Guionista -junto a Adele Dorothy Ciampa–, Maria Pia Liotta se encarga de la dirección del musical; encarna el papel de la Virgen la solista Alma Manera. Madre e hija han conversado con Zenit.
–¿Cómo ha logrado escribir el guión y poner palabras en labios de María? ¿Cómo se ha hecho intérprete de las palabras de la Virgen? Debe ser difícil…
–Maria Pia Liotta: Es muy difícil y muy delicado el tema. Créame: ha sido una inspiración desde el principio. Cuando nos reuníamos en los encuentros de redacción, no se conseguía ir adelante hasta que no llegaba antes la intuición adecuada. Por otro lado, poner palabras en labios de María ha sido un hecho muy natural, porque he procurado mirar en mi interior como madre y muchas veces he intentado pensar cómo puede reaccionar o actuar una madre ante determinadas situaciones y sucesos. Pienso que al final, cuando se usa el corazón de madre, todo se hace mucho más sencillo.
–Cuando hizo el guión, ¿qué le resultó más bello y a la vez más costoso de plasmar?
–Maria Pia Liotta: La Anunciación. Debo decir que estoy enamorada de cada instante, de cada segundo de este guión, y por lo tanto de esta realización, porque se trata de algo que he vivido profundamente. Muchas veces no han hecho falta palabras, porque María no necesita palabras; tiene su gestualidad, su expresión física, serena pero veloz. Es más elocuente que una palabra. ¿Cómo hacer para contar la Anunciación? Es un gran reto. Como muchos otros momentos. Así que he intentado evitar muchas palabras y concentrarme sobre todo en el lenguaje de los gestos y de la música.
–Su madre es coautora del guión; usted, Alma, brinda su voz. ¿Cómo asume este papel?
–Alma Manera: Con responsabilidad y felicidad, con alegría; el hecho de compartir con la persona más importante de la propia vida una experiencia única, de la que es autora, es la expresión más bella que acerca en verdad al Señor, a lo que nos mueve de alguna forma. Somos instrumentos en Sus manos.
–¿Como se ha preparado para este papel? Existe un itinerario artístico, pero ¿también un recorrido previo de tipo espiritual, de fe?
–Alma Manera: Desde siempre tengo devoción a María. La preparación es absolutamente sencilla, natural; existe una búsqueda íntima sin el deseo de querer añadir nada más, por lo tanto sin exageraciones, exaltaciones, énfasis… Todo está revestido de sobriedad.
–¿Para usted cuál es el reto más complejo de esta interpretación?
–Alma Manera: Las emociones son transversales, son muchísimas; todo es puro, es poesía escrita en el gesto a través de las coreografías, escrita en la palabra y en la música. Sencillamente hay que seguir una intuición íntima, una inspiración.
Por Marta Lago