COLOMBO, martes 17 de junio de 2008 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Sri Lanka ha hecho público un comunicado en el que pide «urgentemente» al Gobierno y a la resistencia Tamil que intenten terminar con el conflicto que asola el país desde la década de los ochenta.
Los obispos piden a las partes que «reconduzcan urgentemente la situación, para que se evite un desastre mayor y la paz llegue lo antes posible».
El comunicado, firmado el pasado 9 de junio, muestra la «profunda consternación y dolor» de los prelados por la «avalancha de muertes de civiles inocentes por atentados de bomba en los últimos meses».
«Matar a un ser humano es inaceptable, pero el asesinato de civiles inocentes es abominable. Condenamos con vehemencia estos actos de violencia gratuita y terrorismo. Nada se conseguirá con la violencia».
Precisamente, un nuevo atentado suicida provocaba ayer lunes la muerte de al menos 12 policías y heridas a más de veinte personas, entre ellas una niña en edad escolar. Otras 22 personas fallecieron y casi 70 resultaron heridas en sendos atentados la semana pasada.
Los obispos piden al Gobierno y a los partidos políticos que «reconozcan la gravedad de la situación actual, con la pérdida cada día de vidas preciosas, y con la gente normal soportando la carga de tanto sufrimiento, y sin sentirse segura para ir y volver del trabajo».
«Nadie, ni siquiera los niños, está a salvo de la violencia diaria y de los actos terroristas. Deben hacerse todos los esfuerzos para proteger a los civiles inocentes en todo el país, incluyendo las áreas de combate».
Los obispos piden a ambas partes que hagan todos los esfuerzos posibles para que termine la violencia. Al Presidente y al Gobierno piden que llegue a un consenso con el resto de las fuerzas políticas, de manera que se logre una solución pacífica, «único camino para una paz duradera».
Al grupo terrorista LTTE (Tigres de Liberación del Eelam Tamil) piden que «desista del camino de la violencia y entre en negociaciones para encontrar una solución a un problema candente que ha afectado al país durante tanto tiempo».
La diócesis cingalesas multiplican en estos días las oraciones y gestos por la paz, con motivo de la festividad de san Antonio de Padua. El pasado 12 de junio, el arzobispo de Colombo, monseñor Oswald Gomis, durante las Solemnes Vísperas en el Santuario de San Antonio de Kochchikade, habló ante miles de fieles de la necesidad del perdón para poder alcanzar la paz.
También los anglicanos, informa el diario vaticano L’Osservatore Romano, se han unido a las peticiones de paz. El obispo de Colombo, Duleep de Chickera, hizo un llamamiento a la paz en un comunicado.
«Las relaciones entre los grupos étnicos están yendo fuera de control y se han exarcerbado las dificultades económicas que debe afrontar nuestro pueblo. Pido a las partes que muestren mayor madurez y discernimiento para alejar al país de este precipicio. Colaborad con todo esfuerzo que conduzca a la paz».
Más información: www.archdioceseofcolombo.com