CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 22 junio 2008 (ZENIT.org).- La revista semanal "Vida Nueva", una de las publicaciones de mayor tirada entre los países de lengua española, ha querido celebrar sus 50 años en Roma.
Este gesto es particularmente significativo, pues la publicación surgió precisamente en la ciudad eterna, por iniciativa de sacerdotes que aquí estudiaban.
Las celebraciones tuvieron su punto culminante el 27 de mayo, con un acto en la embajada de España ante la Santa Sede en el que participaron cinco purpurados, entre ellos el cardenal Carlos Amigo, arzobispo de Sevilla, y el director de "L'Osservatore Romano", Gian Maria Vian.
En una entrevista concedida a Zenit, su director, el sacerdote y periodista Juan Rubio, explica: "Buscamos seguir siendo lo que fuimos: una voz en la Iglesia, no la voz oficial de la Iglesia, pero una voz que tiene algo que decir teniendo como guía el evangelio, el Concilio y el Magisterio, atentos a los hombres y mujeres de hoy, cristianos, en medio del mundo que, como sal y levadura, construyen el Reino".
"Buscamos ser una pequeña luz para ayudarles. Todo lo demás es bueno, excelente, y tendremos que ir viéndolo en esas fidelidades. Es nuestro estilo, el estilo 'Vida Nueva'".
Según el director, "La voz del Papa ha sido un referente siempre para quienes hacemos la revista. Hemos acercado su voz a muchos rincones de la tierra en donde se habla en español".
"Siempre ha contado la revista con esa sección tan importante de la crónica romana. Es un servicio que hacemos y que valoramos. Las grandes intuiciones de Benedicto XVI están siendo un descubrimiento asombroso a la hora de preparar los grandes temas que abordamos".
"Roma -según el director-- es un referente. Yo diría que desde Roma se ven las cosas más abiertas, plurales y universales. El encerramiento estanca y empobrece. No creo que haya habido distanciamiento nunca. Lo que ha habido es una fidelidad creativa".
"'Vida Nueva' --aclara-- pretende ser su voz profética; pero también una voz con sentido y significado. Este compromiso se hace efectivo cada semana por parte de un equipo de hombres y mujeres que hacen la revista, de una empresa editora que facilita su salida puntual y su línea de servicio, y de un consejo editorial que marca la luz larga de la publicación".
"Al fin, no obstante, deben ser los lectores los que orienten nuestros pasos. Es un compromiso de seguir siendo una voz abierta, plural, evangélica, conciliar, conciliadora, limpia y siempre propositiva. Es nuestra manera de vivir la fe en medio del mundo y de la Iglesia".
Por Miriam Díez i Bosch