QUITO, sábado 28 de junio de 2008 (ZENIT.org).- Publicamos el comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana este viernes con el título «El derecho a vivir».
EL DERECHO A VIVIR
Muchos ecuatorianos hemos conocido con honda preocupación y ansiedad los artículos aprobados por la Asamblea Constituyente el pasado 24 de junio.
Se ha determinado en el artículo 8 que ‘toda persona tiene derecho a decidir cuando y cuántos hijos/as tener’. Tal derecho se ofrece como ilimitado y absoluto, sin la cláusula condicionante del respeto a los derechos establecidos en otros artículos, según la fórmula repetidas veces empleada en este capítulo.
Cualquiera puede entender que se eleva a derecho la posible decisión de abortar, tomada en cualquier momento del embarazo. El padre o la madre de la criatura no nacida, con su derecho a decidir cuándo quieren tener un hijo, podrían optar por no tenerlo en la víspera del parto.
La genérica inviolabilidad de la vida, establecida en el artículo primero, deja paso al derecho absoluto de los progenitores, precisamente porque no ha determinado desde cuándo es inviolable la vida.
Entendemos que se establece así un texto constitucional abortista. Se protegen muchos derechos, menos el derecho a vivir de los seres humanos que no han nacido todavía. Ha pasado a manos particulares, se ha privatizado, la protección del derecho a la vida.
Hacemos un llamado a la conciencia de los señores asambleístas para que no atropellen de esta forma, muy clara a pesar de que aparece velada, el sentido de amor a la vida que caracteriza a nuestra cultura y a nuestra forma de entender la sociedad y la ley. Todo el resto de la proyectada Constitución, así como el proyecto político del que forma parte, quedarían contaminados de inhumanidad, por la inadmisible indiferencia del Estado ante la muerte deliberada de inocentes.
Los católicos sabemos además que ‘la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la aprobación a una ley que contenga propuestas contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral. Es el caso de las leyes civiles en materia de aborto, que deben tutelar el derecho primario a la vida desde su concepción hasta su término natural’ (Nota de la Congregación para la doctrina de la Fe, nov. 2002).
Pedimos al Señor de la vida que no lleguemos a la vigencia legal de los textos señalados. Invocamos el buen sentido de todos para fomentar la cohesión social y no lesionar las aspiraciones de centenares de miles de ecuatorianos.
Quito, 27 de junio de 2008
+ Antonio Arregui Yarza
Arzobispo de Guayaquil
Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana
+ Angel Polivio Sánchez Loaiza
Obispo de Guaranda
Secretario General de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana