CIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- Las actuales crisis financieras muestran la importancia de construir la vida sobre el fundamento firme de la Palabra, explicó Benedicto XVI al comenzar la primera jornada del Sínodo de los Obispos.
«Lo vemos ahora en la caída de los grandes bancos: este dinero desaparece, no es nada. Y así todas estas cosas, que parecen la verdadera realidad con la que contar, y que son realidades de segundo orden», explicó el Papa.
Sentado en la butaca central del Aula del Sínodo, el Papa ofreció una meditación durante la oración de la Hora Tercia a los 244 padres sinodales presentes sobre el Salmo 118 (119)
«La Palabra de Dios es el fundamento de todo, es la verdadera realidad. Y para ser realistas, debemos contar con esta realidad», aseguró el pontífice.
«Debemos cambiar nuestra idea de que la materia, las cosas sólidas, que tocamos, sean la realidad más sólida, más segura», exhortó.
Recordó que al final del Sermón de la Montaña Jesús habla de las dos posibilidades de construir la casa de nuestra propia vida: sobre la arena y sobre la roca.
«Sobre la arena construye quien construye solo sobre las cosas visibles y tangibles, sobre el éxito, sobre la carrera, sobre el dinero. Aparentemente estas son las verdaderas realidades. Pero todo esto un día pasará», aseguró
«Y así todas estas cosas, que parecen la verdadera realidad con la que contar, y que son realidades de segundo orden. Quien construye la vida sobre estas realidades, sobre la materia, sobre el éxito, sobre todo lo que parece ser, construye sobre arena», explicó.
«Sólo la Palabra de Dios es el fundamento de toda la realidad, es estable como el cielo y más que el cielo, es la realidad. Por tanto debemos cambiar nuestro concepto de realismo. Realista es quien reconoce en la Palabra de Dios, en esta realidad aparentemente tan débil, el fundamento de todo».
El arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, explicó después a los periodistas, que el Papa invita a ver la economía y la finanza como «una realidad penúltima».assss
«Es innegable que las demás realidad, cuando son comparadas con la Palabra, descubren sus límites. Son verdades penúltimas, pero no son la verdad última», explicó en una rueda de prensa concedida tras la primera congregación general del Sínodo.
«El tema de fondo que afrontó el Papa no era la actual situación económico, era la importancia de la Palabra de Dios en el camino del hombre. Y, desde esta luz, las demás dimensiones son como niebla y demuestran su inconsistencia», concluyó el arzobispo.