Mirar la Biblia con una lente universal

Los representantes de los continentes ofrecen una panorámica del Sínodo

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- Los Padres Sinodales reunidos en Roma están estudiando la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia, lo que significa mirar la Biblia a través de una lente universal.

La XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos vio el pasado lunes, primer día dedicado de lleno a los trabajos, la presentación de un informe por parte de los representantes de los cinco continentes. Benedicto XVI y 245 Padres sinodales escucharon sus declaraciones.

El representante de África, el arzobispo John Onaiyekan de Abuja (Nigeria), subrayó que el continente africano puede presumir de ser una tierra bíblica, cosa que muchas naciones cristianas no pueden afirmar. El prelado mencionó también a los grandes mártires y confesores de centros africanos como Alejandría, Cartago e Hipona.

A dia de hoy, se lamentó, encontrar una Biblia en África no es tan sencillo.

“El coste de una Biblia puede ser mínimo en muchas partes del mundo”, observço, “pero en algunas partes de África puede equivaler a un salario mensual. El resultado es que muchas personas no tienen el dinero suficiente para comprarse una Biblia”.

Junto a esto, está el problema de la traducción a las lenguas africanas. “Muchas lenguas aún no tienen una traducción adecuada del texto bíblico. Incluso después de haber escuchado la Palabra de Dios leída en nuestras lenguas, está la tarea de interpretar esta Palabra para asimilar el verdadero significado del mensaje que el Espíritu Santo piensa para aquellos a los que se dirige la Palabra. Existe por tanto la tarea de la interpretación, de la exégesis, tanto a nivel científico como popular”.

De este Sínodo, afirmó el obispo Onaiyekan, los obispos africanos esperan que “el entusiasmo por la Palabra de Dios que experimentamos ahora en nuestro continente sea reforzado y mantenido. Esperamos también que, habiendo referido nuestra historia a los desafíos que afrontamos y los límites de nuestros recursos, podamos obtener más apoyo por parte de aquellos que nos han ayudado en los sectores mencionados”.

Asia

El arzobispo Tomas Menamparampil de Guwahati (India) alabó un aspecto que considera característico de la Palabra de Dios en Asia: el hecho de que la predicación sea acompañada por el testimonio.

“Madre Teresa es un ejemplo reciente”, afirmó. “Los misioneros son creativos y han ampliado sus campos de acción. Su servicio en los sectores de la instrucción y de la salud es muy apreciado. Son activos a la hora de luchar por la justicia a favor de los grupos oprimidos, a la hora de realizar cambios sociales, en la promoción cultural, en la protección del medio ambiente, en la defensa de la vida y de la familia, en la defensa de los débiles, de los oprimidos y de los marginados, en dar voz a los que no la tienen. Incluso cuando hay mayor resistencia al Evangelio, el testimonio evangélico de obras socialmente relevantes es bienvenido”.

El prelado subrayó que la Iglesia está creciendo en Asia, donde los grupos misioneros han encontrado las llamadas “comunidades que responden”. Entre estas se encuentran las crecientes comunidades en China, Indonesia, Myanmar y Thailandia, así como en India.

En Asia se comprende bien también la vida religiosa, continuó el arzobispo. “Los valores religiosos como la renuncia, la austeridad, el silencio, la oración, la contemplacion y el celibato son altamente considerados. Los religiosos en Asia son considerados los guardianes de la sabiduría religiosa y humana. Con una formación adecuada, los jóvenes religiosos pueden crecer como verdaderos anunciadores del mensaje cristiano”.

Los cristianos asiáticos, añadió, deben estar convencidos de su fe, porque probablemente serán perseguidos por ella.

“En muchos países de Asia, los cristianos están aún bajo presión”, reconoció. “La libertad está limitada, los nuevos convertidos son molestados y las comunidades de creyentes perseguidas, como ha sucedido recientemente en Orissa, en India. En cualquier modo, la paciencia manifestada por la comunidad, la moderación en la respuesta, el espíritu de perdón – todas estas cosas tienen un poder evangelizador”.

Europa

El representante del Viejo Continente contó una historia bien diversa.

El cardenal Josip Bozanic, arzobispo de Zagreb (Croacia) afirmó que hay “un vínculo indisoluble entre la Biblia y Europa”.

“Todo lo que ha hecho grande la cultura y la civilización europeas encuentra sus orígenes en la Biblia”, confesó, subrayando que hoy “hay signos de un interés renovado por la Biblia”.

Una Europa sin Dios, constató, “corre el riesgo de convertirse en un nido de angustia y construye una civilización del miedo. Europa entra en crisis cuando no acepta la fuerza de interpretación de la Palabra de Dios, que encuentra su base principal en la fe y en la inspiración. Es una tarea difícil en todas las disciplinas, y sobre todo para la Teología”.

Oceanía

El representante de Oceanía llamó por su parte la atención al choque cultural a veces presente entre los pueblos de Oceanía y la Palabra de Dios.

El obispo Michael Putney de Townsville (Australia) subrayó que la obra de los misioneros ha traído mucho fruto, pero “no sin ambigüedad, porque, como se ha subrayado en Ecclesia in Oceania, los misioneros a veces introducían elementos que eran culturalmente extraños a la gente”.

También es cierto que a veces algunos elementos de la cultura local incoherentes con la Palabra de Dios continúan influenciando la vida de las personas”, añadió el prelado. “Frente a estos desafíos, está siempre la necesidad de personal competente que enseñe en los seminarios y en los institutos superiores de instrucción en muchos países de Oceanía”.

Lal Iglesias del Pacífico, observa el obispo, afrontan retos como los cambios culturales para el paso de las comunidades rurales a la vida urbana. “A causa de este traslado puede haber estrés para la vida familiar y un derrumbamiento de la estructura social, De la misma forma, a veces puede ser difícil afrontar el proceso político occidental, en su mayor parte heredado de los colonizadores europeor, y a las crecientes amenazas al ambiente a causa del cambio climático”.

Como su homólogo africano, el obispo Putney subrayó el desafío de tener que usar aún muchas lenguas para poder difundir la Palabra de Dios,

“Existen aproximadamente 1.200 lenguas en Oceanía, muy distintas entre sí”, explicó.

“Australia es uno de los países más secularizados del mundo. Nueva Zelanda tiene muchos más habitantes que tienen a la religiosidad, pero la cultura europea predominante es secular como en Australia”.

Tras la Jornada Mundial de la Juventud que tuvo lugar en Sydney en julio pasado, “algunos australianos y neozelandeses han comprendido que la promesa de una nueva evangelización se ha puesto en marcha finalmente, a pesar de la aparente impermeabilidad de la cultura secularizada”.

“El desafío de Australia y de gran parte de Oceanía es encontrar formas nuevas para que el don del Evangelio sea escuchado”, concluyó.

[Por Roberta Sciamplicotti, traducción de Inma Álvarez]

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ZENIT Staff

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