La Biblia, instrumento principal del diálogo ecuménico

Intervención del cardenal Walter Kasper

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 22 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- La Biblia es el principal instrumento del diálogo ecuménico, ha explicado el cardenal Walter Kasper en una intervención que ha entregado por escrito al Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios.

El presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, en el resumen del texto, distribuido este miércoles por la secretaría general de la asamblea, presenta también la meditación de la Palabra de Dios, la «Lectio Divina» método ecuménico privilegiado.

«A pesar de todas las tristes divisiones en la historia de la Iglesia, la Palabra de Dios, de la que se da testimonio sobre todo en la Sagrada Escritura, sigue siendo una herencia común», comienza reconociendo el purpurado alemán.

«No hay nada que una más a las iglesias y comunidades cristianas como lo hace la Biblia», explica en el texto.

«Ella es realmente el vínculo ecuménico por excelencia –subraya–. Por esta razón, la Biblia es la base del diálogo ecuménico y el instrumento principal del diálogo ecuménico, tanto en su aspecto doctrinal como en el espiritual y pastoral».

«La ‘Lectio Divina’ común es, por lo tanto, el método ecuménico privilegiado».

El cardenal constata que en las últimas décadas, este diálogo ha dado muchos frutos positivos.

«Como cristianos no podemos ver sólo los abusos. Antes tenemos que estar agradecidos por todo lo que el Espíritu de Dios ha realizado para una reconciliación de los cristianos, que no es poco», indica.

«Estamos agradecidos por ello y fomentamos la obra ecuménica, que según el Concilio Vaticano II, es un impulso del Espíritu y – como esperamos – el astillero de la Iglesia del futuro», concluye.

También se ha publicado este miércoles la síntesis del texto escrito entregado por el arzobispo Rade Sladojević Fotije de Dalmacia (Croacia), representante de la Iglesia Ortodoxa de Serbia ante el Sínodo, quien pide no quedarse en una lectura académica de la Escritura. 

«Lo que es absolutamente indispensable para el mundo de hoy es la existencia de auténticos testigos (mártires) de la Sagrada Escritura, cuyas vidas den testimonio de la realidad de la Sagrada Escritura».

Citando a uno de los autores preferidos de Benedicto XVI, san Agustín, afirma: «Mediante la oración hablamos con Dios, pero en la Sagrada Escritura Dios habla con nosotros».

El carácter ecuménico de la Biblia ha sido subrayado por numerosos padres sinodales, así como por los once delegados fraternos que han participado en la asamblea, incluyendo a Bartolomé I, patriarca ecuménico de Constantinopla.

En el contexto del Sínodo, las Sociedades Bíblicas Unidas (United Bible Societies, UBS), representadas por el reverendo Archibald Miller Milloy, de la que forman parte sobre todo comunidades surgidas de la Reforma, y la la Federación Bíblica Católica, han firmado un acuerdo de colaboración que tendrá un extraordinario impacto para las traducciones de la Biblia y su distribución en general.

El Sínodo, que en estos momentos está analizando las proposiciones que presentará al Papa, será clausurado por Benedicto XVI este domingo.

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ZENIT Staff

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