CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha propuesto meditar en la eternidad en este fin de semana en el que el 2 de noviembre se conmemora a los difuntos.
Con su propuesta el Papa invitó a orientar la vida hacia los valores que no perecen, una auténtica alternativa a muchas de las fiestas de Halloween que tendrán lugar en este fin de semana.
Hablando en eslovaco, el pontífice explicó que «el domingo próximo, la Iglesia invita a rezar por los difuntos».
«Que su recuerdo nos lleve a meditar en la eternidad, orientando nuestra vida hacia los valores que no perecen».
El día anterior, 1 de noviembre, la Iglesia celebrará la solemnidad de todos los santos. Esta fiesta, como todas las solemnidades, comienza la noche anterior. Por eso, a la noche del 31 de octubre se le llama, en inglés antiguo, «All hallow’s eve» (víspera de todos los santos). Mas tarde «All hallow´s eve» se abrevió a «Halloween».
Pero, como las celebraciones de un pueblo reflejan su cultura y su fe, Halloween dejó de ser una fiesta cristiana para convertirse en una fantasía de brujas y fantasmas.