BUDAPEST, lunes 10 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- Desde este domingo y hasta el próximo miércoles tiene lugar en Budapest el 20 encuentro de la International Jewish-Catholic Liaison Committee (Ilc), que reflexionará sobre el papel de la religión en la sociedad actual.
La delegación católica que participa en el encuentro está encabezada por el cardenal Walter Kasper, presidente de la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, y de ella forman parte el cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, y el fraile salesiano Norbert Hoffmann, secretario de esta comisión.
Por la parte judía participan los miembros del Gran Rabinato de Israel para las relaciones con la Iglesia Católica.
El encuentro ha sido inaugurado por el cardenal Kasper. La primera sesión se ha dedicado más concretamente a las relaciones entre los cristianos y los judíos en los países del este europeo.
Según Hoffman, en estas cuestiones cobra gran importancia la colaboración de la Iglesia ortodoxa. «Habrá un observador del Patriarcado ecuménico en este encuentro», explicó. Además, se concederá gran importancia al papel de los jóvenes en el diálogo interreligioso.
Se trata, afirma, de reflexionar sobre cómo el judaísmo y el catolicismo pueden incidir en el tejido social en que viven.
Los participantes muestran su preocupación por «el actual contexto de renacimiento de los nacionalismos, a menudo portadores de xenofobia y antisemitismo», especialmente en Europa del Este.
Al respecto, el padre Hoffman declaró ayer a Radio Vaticano que «los hebreos tienen en nosotros los cristianos un aliado para combatir el antisemitismo. Nuestros hermanos mayores los judíos pueden contar con nosotros, porque el antisemitismo no es conciliable con la ética cristiana».
De hecho, esta preocupación ha llevado a la elección de la fecha del lugar del encuentro: el 9 de noviembre, en el 70 aniversario de la «Noche de los cristales rotos» que dio comienzo al Holocausto, y en Budapest, una de las ciudades más castigadas por la furia antisemita, que segó la vida de la mitad de su población judía.
En este sentido, el cardenal Peter Erdö, arzobispo de Esztergom-Budapest, primado de Hungría y presidente de la Conferencia Episcopal de este país, está llevando a cabo, según revela L’Osservatore Romano en la edición italiana del 9 de noviembre, una importante obra de salvaguarda de la memoria de los hebreos muertos durante la Shoá y de quienes trabajaron para salvarles.
«Debemos recordar este triste aniversario para no olvidar, para que actos de violencia racista o de discriminación contra grupos religiosos o étnicos no se repitan más en la historia», declaró también el domingo el purpurado a la emisora vaticana.
«Por desgracia, en el mundo vemos ahora actos parecidos contra los cristianos. Intentaremos también protestar junto a los responsables de la Santa Sede para defender los derechos humanos de los cristianos en Iraq, India y otros países de Oriente Medio», añadió.
La International Jewish-Catholic Liaison Committee se instituyó en Roma en 1970 para promover el acercamiento mutuo entre ambas religiones, en base a la declaración conciliar Nostra Aetate. Desde entonces se han ido celebrando encuentros periódicos en distintas ciudades del mundo.
Los participantes en el encuentro actual fueron recibidos el pasado 30 de octubre por el Papa Benedicto XVI, quien reafirmaba «el compromiso de la Iglesia en llevar a cabo los principios expresados en la histórica Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II», la cual «condenaba firmemente toda forma de antisemitismo, y representaba un hito en la larga historia de las relaciones entre judíos y católicos».
Por Inma Álvarez