MANAGUA, jueves, 13 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Ante las irregularidades de las recientes elecciones, la Conferencia Episcopal de Nicaragua hizo público un comunicado en el que llama a los magistrados del Consejo Supremo Electoral, CSE, a revisar y cotejar las actas extendidas por las mesas electorales de cada Junta Receptora de Votos (JRV).
El documento señala las irregularidades cometidas en el proceso electoral que generan desconfianza entre la población. En un vertedero se encontró un saco con votos al principal partido de la oposición.
«Consideramos que uno de los principales caminos para superar la desconfianza generalizada de la población en estos comicios electorales es la revisión y cotejo de las actas en manos de los partidos políticos tal y como fueron firmados en el momento de cierre de las JVR ante fiscales de los partidos políticos y de organismo de observación nacionales e internacionales», indica el comunicado.
Los prelados hicieron un llamamiento «urgente a los miembros del CSE a actuar con honestidad, transparencia e imparcialidad por su dignidad personal y el respeto al voto sagrado que a conciencia depositó el pueblo en las urnas».
El comunicado, leído por el secretario de la CEN y obispo de Chontales y Ríos San Juan Sócrates René Sándigo, alude a las irregularidades: «Asumimos una postura clara ante el pueblo que se siente frustrado por los resultados electorales en muchas municipalidades, la base de esa frustración que percibimos en nuestra gente tiene como fundamento una serie de irregularidades tales como: supresión de la personalidad jurídica de partidos políticos, retardación en el proceso de cedulación, la no entrega a tiempo de muchas cédulas, la no acreditación de observadores nacionales e internacionales, el cierre temprano de JRV, la expulsión de fiscales, la incoherencia entres las actas firmadas por los fiscales y los informes televisados por el CSE y la impugnación infundada de JRV».
Para los obispos «estas irregularidades deslegitiman y ponen en entre dicho el proceso electoral en muchos municipios y cabeceras lo que arriesga la institucionalidad democrática del país».
Monseñor Leopoldo Brenes, presidente de la CEN y arzobispo de Managua agradeció a la ciudadanía el ejemplo cívico que manifestó el día de las elecciones.
Monseñor Brenes se había pronunciado con anterioridad sobre el proceso electoral, el pasado 7 de noviembre, con un mensaje al pueblo nicaragüense, según informa a Zenit la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Managua.
En el mensaje, titulado «Consolad, consolad a mi pueblo dice el Señor» (Is 40,1), el arzobispo de la capital afirmaba que la Iglesia como Madre y Maestra comparte los gozos, tristezas y esperanzas de los hombres y mujeres de la comunidad en la que se encarna, «por ello quiere acompañar a los ciudadanos que responsablemente participan en el ordenamiento de la comunidad política según los principios de bien común, verdad y justicia, pues sabemos que esa es la base de un auténtico progreso de la sociedad y de cada comunidad».
Por ello dirigía su invitación «de padre y pastor en estas horas de trascendental importancia para nuestros municipios, animando a los creyentes a invocar el Espíritu de Sabiduría al momento de elegir a las personas más idóneas para la paz y el progreso de nuestras ciudades y pueblos».
El arzobispo Brenes hacía un llamamiento especial «a todos aquellos que tienen la gravísima responsabilidad de servir a sus conciudadanos en cada nivel del sistema electoral desde cada Junta Receptora de Votos hasta el Consejo Supremo Electoral, recordando el llamado que hacíamos los obispos de Nicaragua, en nuestra exhortación del mes de agosto, de asumir el reto moral de hacer lo correcto, es decir, actuar con honestidad, justicia y transparencia; como signo de respeto al voto que en conciencia habrán de emitir los ciudadanos con responsabilidad cívica».
De este actuar correcto, advertía, «dependerá la paz y la tranquilidad de nuestros municipios, de tal manera que una acción contraria corre el riesgo de ser causa de situaciones que podríamos lamentar y vendrían a deslegitimar este proceso electoral».
Al parecer, lo que temía el arzobispo Leopoldo Brenes se ha producido, según denuncian numerosos medios de comunicación hoy.
Entre las denuncias están el cierre de juntas (colegios) electorales con largas colas de personas sin votar, la expulsión de fiscales (interventores) de la oposición o la contradicción entre los datos oficiales y los recogidos en las actas de varias juntas.
El hallazgo de un saco de votos al opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC) se sumó ayer a otras noticias sobre el presunto fraude.
Las elecciones de Nicaragua no han contado con la supervisión de organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA).
Por Nieves San Martín