MADRID, miércoles, 26 noviembre 2008 (ZENIT.org).- El pasado sábado, 22 de noviembre, en el Centro Mariápolis de Las Matas (Madrid) tuvo lugar el acto solemne de clausura de la fase diocesana del proceso de canonización de la sierva de Dios Margarita Bavosi, «Luminosa».
En la capilla del Centro descansan los restos de esta focolarina argentina, que fue, de 1970 a 1983, corresponsable del Movimiento de los Focolares en España.
El acto, presidido por el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, congregó a unas 500 personas de toda España.
La apertura de la causa de beatificación de Margarita Bavosi, «Luminosa», tuvo lugar en enero de 2005. La sierva de Dios había sido corresponsable del Movimiento de los Focolares en España, desde 1970 hasta 1983. Murió el 7 de marzo de 1985.
La ceremonia comenzó con las palabras favorables de los diferentes miembros del tribunal que han examinado la vida de la Sierva de Dios.
Después de lacrar la documentación en posesión del mismo, el cardenal Rouco procedió a declarar cerrada la fase diocesana.
Toda la documentación lacrada se llevará ahora a Roma, a la Santa Sede, para comenzar allí la fase romana del proceso, tarea encomendada a don Carlos Fusco, postulador de la causa.
En sus palabras de presentación de la sierva de Dios al cardenal, el postulador resaltó sobre todo cómo la causa había sido ocasión para «vivir una experiencia de Dios», en el marco de la espiritualidad colectiva y de comunión que Luminosa había encarnado.
Afirmaba que esta santidad era «una santidad de lo cotidiano, de pueblo, en la que era igual hablar a miles de personas que barrer una habitación, siempre y cuando se hiciera habiendo asegurado antes la presencia de Jesús entre los miembros de la comunidad».
Este «estilo de vida trinitario», según también definición del Postulador, fue recogido después por doña Josefa Zubillaga, que habló en nombre de la parte actora, y que la puso en relación con la fuente de la cual la vida de Luminosa se había nutrido: el ideal de la unidad, propio del carisma de Chiara Lubich, Fundadora del Movimiento de los Focolares y que murió hace unos meses.
En su intervención, agradeció vivamente su trabajo y dedicación a cuantos han colaborado de alguna forma al proceso, y aludiendo al futuro afirmó: «Ahora, se concluye un primer paso. La Iglesia seguirá verificando, pero mientras tanto nuestro único compromiso es el de seguir viviendo, cada día con mayor empeño, una espiritualidad evangélica que encuentra en Luminosa un luminoso ejemplo que seguir.»
El Sr. Cardenal de Madrid, refiriéndose a Margarita Bavosi, afirmó: «La figura de esta mujer, cuando uno se acerca a ella, a través de los testimonios escritos, a través del resumen de su biografía, es de un atractivo espiritual singular y excepcional (…) nos ha hecho ver a los hombres y a las mujeres y a la Iglesia de finales del siglo XX y principios del XXI, qué bella puede ser la vida cuando uno se encuentra con el amor de Dios, y con el amor de Cristo».
La Presidenta del Movimiento de los Focolares, María Voce, estaba representada por María Palombo y Jean Pierre Prodan, consejeros del Centro del Movimiento.
También participaron en el acto, el obispo anglicano de la Iglesia Episcopal Española don Carlos López y el archimandrita Demetrio, en nombre del Metropolita Policarpo de la Iglesia Ortodoxa Griega, y numerosos representantes de otros movimientos y nuevas comunidades, así como personalidades religiosas y civiles. Otros muchos, de distintas partes del mundo, se hicieron presentes a través de mensajes, como su familia desde Argentina.
El 6 de diciembre de 2002, Chiara Lubich inauguró el Centro Mariápolis de Las Matas (Madrid), que lleva su nombre, y refiriéndose a «Luminosa», dijo: «Su paso a la otra vida, entregando simbólicamente el testigo a quien la sucedió, habla de santidad. Esperamos que un día la Iglesia lo confirme. Mientras tanto, su nombre luminoso da luz a este centro grande y moderno».
