CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 30 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI rechazó enérgicamente la violencia como instrumento de reivindicación al condenar este domingo los atentados terroristas de Bombay (la India) así como los sangrientos enfrentamientos en Nigeria.
Al mismo tiempo, el Papa alentó a todos los creyentes a rezar para que Dios toque el corazón de quienes recurren a la violencia como instrumento de reivindicación.
El Santo Padre mencionó los atentados terroristas en los que han perdido la vida más de 180 personas en Bombay, así como los enfrentamientos intercomunitarios, en la ciudad nigeriana de Jos, en los que han perdido la vida entre el viernes y el sábado al menos 200 personas.
Si bien estos episodios de terrible violencia han sido presentados por medios de comunicación como una guerra de religión entre musulmanes y cristianos, el arzobispo de Abuya, monseñor John Onaiyekan, ha aclarado a los micrófonos de Radio Vaticano que las causas son más complejas: sociales y sobre todo políticas, la lucha entre los dos partidos locales.
Tras rezar el Ángelus desde la ventana de su estudio, el Papa invitó a los peregrinos congregados en la plaza de san Pedro del Vaticano a unirse «en la oración por las numerosas víctimas», «así como por los heridos y por todos los que de cualquier manera han quedado afectados».
«Las causas y circunstancias de esos trágicos sucesos son diferentes, pero debe ser común el horror y el rechazo de tanta violencia cruel e insensata».
Por eso, pidió oraciones «al Señor para que toque el corazón de quienes creen que éste es el camino para resolver los problemas locales e internacionales» e invitó a todos a «dar ejemplo de mansedumbre y de amor para construir una sociedad digna de Dios y del hombre».