MADRID, miércoles 3 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- Los obispos españoles han condenado duramente el atentado que el grupo terrorista ETA perpetró este miércoles contra el empresario Alejandro Uría Mendizábal, en la localidad guipuzcoana de Azpeitia.
Se trata, según un comunicado emitido por la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal de «un acto más de barbarie terrorista».
Según explica la nota citando la instrucción pastoral «Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias», «el terrorismo persigue la extensión del terror para producir una situación de debilidad del orden político legítimo, que le permita imponer sus criterios por la fuerza, a costa del atropello de los derechos humanos más elementales, como son el derecho a la vida y a la libertad. Este fin no puede ser compartido jamás».
Por ello, la Conferencia Episcopal Española (CEE) reitera «una vez más su firme condena al terrorismo, recuerda que esta realidad es perversa en sí misma y que no admite justificación alguna».
Los miembros de la Conferencia Episcopal hacen llegar «a la familia del empresario asesinado su cercanía y más sincera condolencia, al tiempo que encomiendan al Señor de la Vida el eterno descanso de don Alejandro Uría Mendizábal y piden a la comunidad católica que se una al sufrimiento de las víctimas con gestos de proximidad y afecto y, en particular, con la oración».