CIUDAD DEL VATICANO, domingo 7 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- Con la autorización ayer, por parte del Papa Benedicto XVI, de la publicación del decreto de aprobación de un milagro atribuido al Beato Rafael Arnáiz, se abre así el camino a su próxima canonización.
Este joven monje trapense español había sido propuesto por Juan Pablo II, en la Jornada Mundial de la Juventud de Santiago de Compostela (1989), como modelo de vida cristiana para los jóvenes.
El “Hermano Rafael”, como es comúnmente conocido en España, es uno de los autores de escritos espirituales y místicos más conocido y popular del pasado siglo XX, y su fama de santidad pronto se extendió fuera de los muros de su monasterio.
El Beato Rafael nació el 9 de abril de 1911 en Burgos, y falleció a los 27 años, el 26 de abril de 1938, en el monasterio de San Isidro de Dueñas, tras una dolorosa enfermedad.
Criado en una familia de buena posición social pero profundamente cristiana, estudió Arquitectura en Madrid. Era un gran aficionado a la fotografía, y tenía un temperamento artístico notable.
Ingresó en el monasterio trapense de San Isidro de Dueñas en 1934, y al poco tiempo contrajo una penosa enfermedad, la diabetes sacarina, que le obligó a exclaustrarse en tres ocasiones, volviendo finalmente al monasterio, donde murió.
Su proceso de beatificación empezó en 1965 y culminó en abril de 1967. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, el 27 de septiembre de 1992.