CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 10 diciembre 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI aplaudió este miércoles la premiación que tuvo lugar en el Vaticano a Cornelio Sommaruga, antiguo presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Sommaruga, de nacionalidad suiza, nacido en Roma en 1932, es doctor en derecho por la Universidad de Zurich. En 1986 fue elegido miembro de la Cruz Roja Internacional y al año siguiente fue elegido presidente de esta organización hasta 1999. Actualmente es presidente del Centro Internacional de Desminamiento Humanitario de Ginebra (GICHD, por sus siglas en inglés).
Ha recibido el premio atribuido por la Fundación Vaticana San Mateo en memoria del cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân, presidida por el cardenal Renato R. Martino, presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz.
Tras la premiación, que tuvo lugar en un acto de conmemoración del sexagésimo aniversario de la aprobación y promulgación de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, se presentó en el Aula Pablo VI un concierto, que tuvo por directora la española Inma Shara, quien con frecuencia ha manifestado públicamente su fe católica.
«Dirigir este concierto es la mejor sinfonía que la vida me ha ofrecido y tengo que agradecer profundamente al Vaticano esta oportunidad, porque es un sueño que se hace realidad», reconoció a los periodistas días antes Shara.
Dirigió a la «Brandenburgisches Staatsorchester» de Fráncfort del Oder, que ejecutó piezas de Felix Mendelssohn, Wolfgang Amadeus Mozart, Amilcare Ponchielli y Manuel de Falla.
Tras el concierto, el Papa felicitó en su discurso a Sommaruga y tras el acto intercambió con él unas palabras en privado.
El Papa también saludó a otras personas e instituciones premiadas por la fundación San Mateo con los premios Cardenal Van Thuan «Solidaridad y desarrollo 2008».
Dos son religiosos. Se trata del sacerdote argentino Pedro Opeka, misionero de la Orden de San Vicente de Paúl, autor del proyecto Akamasoa, que busca dar vivienda a los sin techo en la localidad de Tananarivo en Madagascar (África).
Igualmente ha sido galardonado y recibido el reconocimiento del Papa el padre José Raúl Matte, sacerdote camiliano y médico, dedicado a la asistencia de los leprosos en la Amazonia, en el hospital Sao Camilo en Sao Luis, Brasil.
Ambos pudieron compartir unos momentos de conversación con el Santo Padre, quien les agradeció su entrega.
El premio fue entregado también a los responsables de otras dos instituciones: el proyecto Gulunap, facultad de medicina en Gulu, norte de Uganda y el proyecto italiano «Gruppo Ercolini», iniciativa para la integración socio-cultural de jóvenes gitanos en la ciudad de Roma.
La fundación San Mateo, en memoria del cardenal vietnamita François Xavier Nguyen Van Thuan, fallecido en el año 2002, es una entidad sin ánimo de lucro que tiene como fin promover iniciativas que alienten la presencia de la Iglesia católica en varios ámbitos de la sociedad a través del estudio, la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia y su humanismo integral y social.
El cardenal Van Thuan nació en 1928 y fue ordenado sacerdote en 1953. En 1975, Pablo VI le nombró arzobispo coadjutor de Saigón, y pocos meses después fue arrestado por el régimen comunista.
Estuvo 13 años en la cárcel y nueve en régimen de aislamiento. Juan Pablo II le nombró presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz y le creó cardenal. Falleció el 16 de septiembre de 2002. El año pasado se abrió el proceso de beatificación.