CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 14 diciembre 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha expresado su dolor al recibir la noticia del fallecimiento, este viernes, a los 90 años, del cardenal jesuita estadounidense Avery Dulles, uno de los teólogos más grandes en vida.
El Papa presenta al purpurado, hijo del secretario de Estado de los Estados Unidos, John Foster Dulles, que abrazó el catolicismo en edad adulta, como ejemplo de armonía entre fe y razón, así como de amor a Cristo y a la Iglesia, en un telegrama dirigido al cardenal Edward Egan, arzobispo de Nueva York.
Benedicto XVI se entrevistó con el Cardenal Dulles en audiencia privada el pasado 19 de abril, durante la visita pastoral del Papa a los Estados Unidos. Los periódicos describieron el encuentro como una cumbre de dos de los teólogos católicos más prominentes de la era posterior al Concilio Vaticano II.
El Santo Padre pide al arzobispo que transmita su pésame «a su familia, a sus hermanos de la Compañía de Jesús, y a la comunidad académica de la Universidad de Fordham University», donde enseñó durante muchos años el padre Dulles.
Al encomendar a Dios el alma del cardenal, el Papa manifiesta su «inmensa gratitud por el estudio profundo, el juicio sereno, y el amor inagotable por el Señor y su Iglesia, que caracterizaron todo el ministerio sacerdotal y sus numerosos años de enseñanza e investigación teológica».
Al mismo tiempo, el Papa reza «para que en los próximos años, su testimonio personal convincente de armonía entre fe y razón siga trayendo frutos para la conversión de las mentes y de los corazones y para el progreso del Evangelio».
Un artículo de «L’Osservatore Romano» del 14 de diciembre recuerda al cardenal Dulles como «El teólogo creativo en la fidelidad».
Su obra más conocida, recuerda el diario vaticano, es «Modelos de Iglesia» (Models of Church, 1974), en la que siguiendo al Concilio Vaticano II explora la riqueza inagotable del misterio de la Iglesia, explicando modelos o modalidades diferentes: la Iglesia como sacramento, como comunidad, como heraldo, como sierva.
A diferencia de otros teólogos de los años setenta y ochenta, Dulles «nunca descuidó el hecho de que el misterio de la Iglesia se refiere siempre al misterio más grande: Jesucristo mismo, la única luz del mundo».
«En un período en el que algunos teólogos parecía que subrayaban de manera unilateral la dimensión horizontal y terrena, Dulles ha insistido en el hecho de que no debemos perder el sentido radical de la trascendencia de Dios», dice «L’Osservatore Romano».
Avery Dulles nació el 24 de agosto de 1918. Nació en el seno de una grande familia de políticos estadounidenses. Además de su padre secretario de Estado, su bisabuelo, John Watson Foster, también fue secretario de Estado. Su otro bisabuelo Theodore Medad Pomeroy, fue portavoz de la Cámara de Representantes.
Si bien al nacer fue bautizado como presbiteriano, al crecer perdió la fe. En 1940 abrazó la fe cristiana en el seno de la Iglesia católica, entrando después en la Compañía de Jesús.
Fue ordenado sacerdote jesuita el 16 de junio de 1956. Estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana d Roma en donde obtuvo el Doctorado en Teología, en 1960.
Trabajó como profesor principal de la Universidad Fordham, Nueva York; y fue miembro de la Comisión Teológica Internacional Católica entre 1991 y 1997.
Fue creado cardenal, sin ser Obispo, por Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001.