WOLLONGONG, martes 16 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- En Internet es más importante la seguridad que la velocidad, considera el delegado para los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal de Australia.
El obispo Peter Ingham ha declarado que debería a poyarse al Gobierno federal en su iniciativa de poner filtros a los proveedores de servicios de internet (ISP), dado que Australia está por detrás de otros países en cuanto a seguridad.
«Países occidentales comparables, como el Reino Unido, Canadá, Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia, tienen ya filtros ISP en activo», constata.
Indica que, en muchos casos, los mismos proveedores de servicios de Internet «empezaron a poner filtros, con el fin de responder a las expectativas de la comunidad, pues el material ilegal o dañino para los niños no debería ser accesible en Internet».
El prelado expresó su desacuerdo con que el mayor proveedor de internet de Australia, Telstra, quien ha anunciado que no participará en los tests de filtración nacional de Internet promovidos por el Gobierno federal.
El prelado expuso la posición de la Conferencia Episcopal, según la cual, «cualquier cosa razonable que se pueda hacer para filtrar sitios ilegales a nivel de ISP, debería hacerse».
«La alegación de que los filtros a los ISP podrían ralentizar Internet debería ser sopesada, ante el ejemplo de aquellos países en los que tal filtración ya existe», aclara.
El obispo Ingham añade: «Los argumentos de que, con los filtros de Internet, serían infringidas las libertades civiles son absolutamente espurias, dado que la propuesta gubernamental simplemente pretende asegurar que el material accesible en internet esté en línea con las restricciones ya establecidas en cuanto a dvd u otras publicaciones».
«La pornografía de cualquier tipo daña la dignidad humana y a menudo degrada a las mujeres. La investigación muestra que la pornografía en Internet está siendo cada vez en más dañina para los matrimonios y las relaciones. En especial, cada progenitor sabe que mucho del material pornográfico que puede hallarse en Internet no debería ser accesible a los niños».
Y concluye: «Exhortamos a la comunidad a respaldar al Gobierno federal en este importante tema, y a apoyar su intento de estar a la par con el resto del mundo, en cuanto a limpiar la Red de una manera justa y razonable».
Traducido del inglés por Nieves San Martín