Expertos de Cáritas África y Europa defienden una inmigración humana

Cada país debe dotarse de una política migratoria, exigen

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ROMA, jueves, 18 diciembre 2008 (ZENIT.org).- Expertos de diversas Cáritas de Africa y de Europa, reunidos en Senegal en el marco del «Foro de Dakar sobre migración, políticas y derechos humanos», han suscrito una declaración final en la que recuerdan que «la migración es legítima» y que «lo que está en armonía con la dignidad y los derechos humanos lo es».

El Foro de Dakar, celebrado en Senegal los días 26, 27 y 28 noviembre por iniciativa conjunta de las Cáritas de Senegal, Malí, Marruecos y Francia, convocó a obispos y numerosos representantes de las Cáritas de Costa de Marfil, Burkina Faso, Níger, Mauritania, Austria, Bélgica y España, así como de Cáritas Europa y Cáritas Internationalis.

Además contó con la presencia de otras organizaciones afines presentes en Africa, como CONGAD (Sénegal), CIMADE (Francia y Marruecos), Rencontre et Developpement (Argelia), Association Malienne des Expulsés (AME) y Association des Refoulés d’ Afrique Centrale au Malí (ARACEM).

El encuentro ha servido para intercambiar información sobre el hecho migratorio y sobre los acuerdos políticos entre los Estados en relación a la inmigración; realizar una reflexión y una defensa común de los derechos humanos de los migrantes en los países de origen, tránsito y destino; promover iniciativas alternativas a la inmigración en los países de origen; y definir estrategias comunes en relación al hecho migratorio.

En una declaración final, los participantes constatan que «cada día, nuestras organizaciones acogen a los migrantes. Somos testigos de dramas, de naufragios, de violaciones de los derechos de las personas en migración. Nuestra intervención, desde esta realidad, nos legitima a ser sujetos activos e interlocutores válidos frente a los gobiernos».

A continuación ilustran los principios que guían la acción de Cáritas: «los derechos del hombre y de los pueblos; así como su visión del migrante como rostro de Cristo e imagen de Dios».

En lo que respecta a las migraciones, los participantes en el Foro se comprometen «a crear alianzas entre las Cáritas de Africa y entre las Cáritas de Africa y de Europa, así como con las Cáritas a nivel mundial».

«Se comprometen también a incrementar el trabajo en red con otras ONG implicadas en estas cuestiones y que comparten estos valores, así como con las comunidades de base y con las comisiones eclesiales implicadas», añade la declaración final.

Las Cáritas piden no criminalizar a los inmigrantes, pues «la migración es legítima: lo que está en armonía con la dignidad y los derechos humanos lo es».

«La migración supone una riqueza tanto para el migrante como para el país que logra acogerle. Cáritas piensa que la migración puede beneficiar al migrante, al país de acogida y también al país de origen. La regulación de la migración debe realizarse mediante un consenso entre todas las partes implicadas y junto a la sociedad civil».

A los gobernantes, las Cáritas les recuerdan que «cada país debe dotarse de una verdadera política migratoria. Es su obligación lograr la confianza de sus jóvenes, darles motivos para la esperanza, más allá de la opción por la migración».

«Todo Convenio sobre migración y/o sobre desarrollo debe ser negociado por un conjunto de Estados, como por ejemplo entre la Unión Africana y la Unión Europea, o entre la Unión Magrebí y la Unión Europea, y no tratarse desde un simple nivel bilateral –advierten–. Todo proceso de negociación y de seguimiento debe implicar a la sociedad civil y realizarse con transparencia».

«Ninguna política de desarrollo debe ser ‘rehén’ de la gestión de los flujos migratorios ni obligar a Africa a desempeña un papel de policía de las fronteras de Europa».

«Todos los países implicados en la migración deben firmar y ratificar la Convención Internacional de los trabajadores migrantes y sus familias», añaden.

«Los Convenios Internacionales deben buscar la promoción de los derechos humanos, no reducirlos, principalmente en lo que respecta a la libertad : restricción de la circulación, criminalización y privación de libertad», afirma el documento.

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ZENIT Staff

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