ROMA, viernes, 15 mayo 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI reconoce que ha constatado voluntad de diálogo interreligioso y ecuménico en Tierra santa al hacer un balance de esta peregrinación con los periodistas que le acompañaban en el avión que le llevaba de Tel Aviv a Roma.
El Santo Padre mantuvo un breve y espontáneo encuentro con los informadores, que desde el 8 de mayo le han seguido por Jordania, Israel y los Territorios Palestinos, para reconocer que en los diferentes interlocutores que han encontrado ha visto voluntad de paz.
Al recoger las tres «impresiones fundamentales» que se lleva de Tierra Santa, en primer lugar, reveló, se encuentra «una voluntad decidida de diálogo interreligioso, de encuentro, de colaboración entre las tres religiones», judaísmo, cristianismo e islam.
Este diálogo, según el Papa, se deriva de la fe en un solo Dios, pues Dios que «es amor», «quiere que el amor sea la fuerza dominante en el mundo» y esto implica «necesidad de encuentro, de diálogo, de colaboración como exigencia de la misma fe».
En segundo lugar, Benedicto XVI ha constatado voluntad de diálogo ecuménico, entre los cristianos de las diferentes confesiones con los que se ha reunido, ortodoxos, armenios, anglicanos, luteranos… «Se ve que este clima de Tierra Santa alienta también el ecumenismo», subrayó.
En tercer lugar, el Papa ha visto a pesar de las grandes dificultades, «un profundo deseo de paz por parte de todos».
«Las dificultades son más visibles y no debemos esconder las dificultades: existen y deben ser aclaradas. Pero no es tan visible el deseo común de paz, de fraternidad, y me parece que tenemos que hablar también de esto, alentar a todos en esta voluntad para encontrar las soluciones ciertamente no fáciles para estas dificultades».
El Papa concluyó con las palabras que había pronunciado al salir de Roma: «He venido como peregrino de paz» «y espero que muchos sigan estas huellas y de este modo alienten la unidad de los pueblos de esta Tierra Santa y se conviertan también en mensajeros de paz».