FLORENCIA, martes, 26 mayo 2009 (ZENIT.org).- La basílica de la Santa Cruz en Florencia, donde se encuentra la tumba de Galileo Galilei, se ha convertido en el escenario de la inauguración del congreso internacional «El caso Galileo, una relectura filosófica, teológica e histórica», en el que participa la Santa Sede.
El evento es una iniciativa de la fundación Niels Stensen de la Compañía de Jesús, con motivo de la celebración del Año de la Astronomía declarado por la UNESCO con motivo de la invención, hace cuatrocientos años, del telescopio de Galileo. Su inauguración se realizó con la presencia del presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano.
A la organización de este congreso se han unido 18 instituciones nacionales e internacionales, entre ellas el Consejo Pontificio para la Cultura, la Academia Pontificia de las Ciencias y el Observatorio Astronómico Vaticano.
El congreso cuenta con 33 expositores, entre historiadores, teólogos y científicos. Dentro de los temas que se discutirán están la condena de la doctrina de Copérnico en 1616 y el proceso a Galileo en 1633; la génesis del caso Galilei en Italia, Francia e Inglaterra del siglo XVII; la historia de este caso antes del Iluminismo y luego en el siglo XIX (en la edad del Positivismo y del Resurgimiento) y por último, desde el siglo XX hasta la actualidad.
Galileo, la Iglesia y la historia
Sobre el tema el arzobispo de Florencia, monseñor Giuseppe Betori, aseguró que la historia ha leído durante siglos el «Caso Galileo» con una «trágica y recíproca incomprensión» y un «doloroso malentendido». Sus declaraciones fueron publicadas hoy martes en el diario vaticano L’ Osservatore Romano.
El prelado indicó que esta mala interpretación muestra erradamente una «oposición constitutiva entre la ciencia y la razón»
«Espero que este evento muestre que esta opinión no tiene fundamentos», dijo. E indicó que espera que la celebración del Año de la Astronomía permita «reanudar y volver a presentar de manera creativa el diálogo fundamental que se da entre la fe y la razón, desde la perspectiva de una permanente colaboración entre la Iglesia y las instituciones de investigación científica, de desarrollo económico y de promoción social»
«La fe no crece con el rechazo de la racionalidad sino que se integra en un horizonte de racionalidad más amplio», indicó el prelado.
Monseñor Betori aseguró que cuando la razón se separa de la fe, se da el riesgo «de quedar reducida a un cálculo y a una exclusiva valoración de conflictos de interese». De este modo, «a menudo desconoce o permanece ciega ante los interrogantes vitales, los valores fundamentales y las dramáticas situaciones humanas».
Entablar un diálogo fe y ciencia
Por este motivo, el diálogo entre fe y ciencia debe continuar. «La naturaleza, sumamente compleja y, a veces, inédita de los problemas éticos, sociales y políticos suscitados por los rápidos desarrollos de la investigación científica y de las aplicaciones tecnológicas contemporáneas en el ámbito de un creciente proceso de globalización e interdependencia económica, exige la libertad interior y la buena voluntad de parte de todos, creyentes y no creyentes».
Según el arzobispo de Florencia, este acto académico tiene «no sólo un elevado valor cultural y simbólico, sino que muestra que se dan condiciones para un compartir constructivo de responsabilidades, en la conciencia de los respectivos papeles y tareas»
El evento de clausura se realizará el 30 de mayo en la Villa il Gioiello, en Arcetri, Florencia, la última casa donde vivió Galileo. Allí algunos académicos discutirán sobre Galileo en la contemporaneidad, la relación con la Iglesia y las perspectivas de la investigación bío y tecno-científica.
Igualmente, con motivo de la celebración del Año de la Astronomía, se están organizando en Florencia algunos eventos cinematográficos, culturales y teatrales.
Por Carmen Elena Villa
