CIUDAD DEL VATICANO, jueves 28 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI considera que la Iglesia tiene el deber ineludible de afrontar la actual «emergencia» educativa, provocada por estilos de vida inspirados en el relativismo y el nihilismo.
Así lo explicó en la mañana de este jueves a los participantes en la asamblea general de la Conferencia Episcopal Italiana, con quienes se encontró en el aula del Sínodo del Vaticano.
La educación, dijo el Papa, quien es el primado de la Iglesia en Italia, «se trata de una exigencia constitutiva permanente de la vida de la Iglesia, que hoy tiende a asumir los rasgos de la urgencia e incluso de la emergencia».
«En este tiempo en que es fuerte la fascinación de concepciones relativistas y nihilistas de la vida y se llega a poner en tela de juicio la legitimidad misma de la educación, la primera contribución que podemos ofrecer es la de testimoniar nuestra confianza en la vida y en el hombre, en su razón y en su capacidad de amar», aseguró.
Esta confianza, siguió reconociendo, «no es fruto de un ingenuo optimismo, sino que proviene de esa ‘esperanza fiable’, que se nos dona mediante la fe en la redención obrada por Jesucristo».
«Tomando como referencia este fundado acto de amor por el hombre –subrayó–, puede surgir una alianza educativa entre todos aquellos que tienen responsabilidades en este delicado ámbito de la vida social y eclesial».
«Para ello, junto con un adecuado proyecto que indique el objetivo de la educación a la luz del modelo cumplido que se debe perseguir, se necesitan educadores autorizados, a los cuales las nuevas generaciones puedan mirar con confianza», dijo a los prelados italianos en su encuentro anual.