TIJUANA, domingo, 31 de mayo de 2009 (ZENIT.org-El Observador).- El lanzamiento de la Gran Misión Continental en la Provincia Eclesiástica Baja California, México, se ha llevado a cabo desde el lunes 25 hasta ayer 28 de mayo.
El día 25 se celebró la misa de apertura en la Diócesis de Ensenada, el día 26 en la Diócesis de Mexicali, el 27 en la Arquidiócesis de Tijuana y el 28 en la Diócesis de La Paz, Baja California Sur, informa Lucina Reyes, de la arquidiócesis de Tijuana.
Este miércoles, en Tijuana, se reunieron alrededor de dos mil católicos a las seis de la tarde en la parte construida de lo que será la Nueva Catedral, entre sacerdotes, religiosas y religiosos, seminaristas y fieles comprometidos en torno a la celebración eucarística presidida por el arzobispo Rafael Romo Muñoz y concelebrada por el obispo de La Paz, Baja California, Miguel Ángel Alba Díaz; el obispo de Mexicali, José Isidro Guerrero y el obispo de Ensenada, Sigifredo Noriega Barceló.
«Hoy nos reunimos en torno a esta acontecimiento siendo una alegría el vernos reunidos numerosos en forma representativa… Hoy inauguramos esta nueva etapa y nuestras parroquias se transforman. La acción del Espíritu Santo es fundamental. Sin Él no podemos hacer nada. Sin Él no podemos ser confirmados para ser misioneros. Sin Él no puede ser posible la Eucaristía donde participa el amor de Dios. Sin Él no podemos ser santos. Por eso este día vamos a hacer la consagración de nuestra Arquidiócesis al Espíritu Santo y con Él queremos escribir esta nueva página de nuestra Arquidiócesis», comentó el arzobispo.
Resaltó el valioso trabajo de los sacerdotes, la vida religiosa y los seminaristas a favor de los laicos, a quienes llama a descubrir y vivir la gran riqueza de la fe.
Recordó que en la Quinta Reunión de la CELAM (Conferencia del Episcopado Mexicano) el Papa Benedicto XVI dijo que aunque hay muchas las comunidades eclesiales se percibe cierto debilitamiento.
«Me pregunto y me he preguntado ¿por qué la vigencia de nuestra fe pareciera desaparecer, por qué siendo México una fuerte reserva del catolicismo no se siente formalmente su fortaleza?», comentó el arzobispo.
Y que ante el análisis de esta realidad se llegó a la conclusión de la necesidad de una Iglesia misionera en el Continente Americano, porque si la Iglesia es misionera por naturaleza debe tener una actitud misionera en su acción.
Comentó la Ascensión del Señor Jesús, quien vino al mundo a cumplir una misión, y dicha misión continúa hasta nuestros tiempos, por eso fundó su Iglesia sobre San Pedro y la solidificó con sus apóstoles a quienes dejó como misioneros. «La Iglesia es continuadora de la misión salvífica de Jesús. Debe salir al encuentro de las personas, de las familias, de las comunidades y de los pueblos».
Mencionó que todo católico debe tener cuatro amores: amor al Padre que nos creó, amor al Hijo que nos redimió, amor al Espíritu Santo que nos santifica y amor a la Iglesia.
México: Lanzamiento de la Gran Misión en Baja California
Una ocasión de renovación eclesial