CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 1 junio 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI realizará una histórica visita la República Checa del 26 al 28 de septiembre, según anunció este sábado la Oficina de Información de la Santa Sede con motivo de la visita del presidente de ese país al Vaticano.
El Papa recibió en la mañana de ese día en audiencia a Václav Klaus, que posteriormente se reunió con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por el arzobispo Dominique Mamberti, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados.
A continuación, la Santa Sede informó en un comunicado que «acogiendo las invitaciones del presidente de la República y de la Conferencia Episcopal Checa», el obispo de Roma llegará a Praga el 26 de septiembre.
Al día siguiente se trasladará a Brno, donde oficiará una misa multitudinaria a la que se espera que acudan unos 150.000 creyentes. Será la primera vez que un Papa visite la ciudad.
La siguiente escala está llena de simbolismo: el 28 de septiembre, día nacional de la República Checa, Benedicto XVI se desplazará a Stará Boleslav, donde participará en los actos de conmemoración del día de san Venceslao, patrono del país.
Por lo que se refiere a los encuentros que mantuvo el presidente de la República Checa, la Santa Sede publicó un comunicado en el que reveló que se afrontó «la situación del país», «en particular, algunas cuestiones relacionadas con la Iglesia católica, así como sobre el futuro de Europa, teniendo en cuenta la importancia de su patrimonio cultural, espiritual y cristiano».
Tras su entrevista con el Papa, el presidente checo, Václav Klaus, expresó su satisfacción por el hecho de que el máximo representante de la Iglesia católica visite el país en una fecha tan memorable.
«Me alegra que con el Papa tuvimos una conversación amplia y sobre temas generales de actualidad, en los que en muchos casos coincidimos. El Papa viajará con un mensaje claro y legible para todos, por lo que ansiosos esperamos su visita», indicó el mandatario, según informa Radio Praha.
Según esta fuente, Klaus también trató con el Papa la pendiente firma del Concordato entre la República Checa y la Santa Sede, que se sigue posponiendo aún 20 años después de la derrota del régimen comunista.
El mandatario explicó que para que el acuerdo salga adelante es necesario que en el Parlamento se dé la mayoría necesaria, pero que este retraso no altera las relaciones mutuas.