DHACA, lunes, 1 junio 2009 (ZENIT.org).- El ciclón Aila ha destruido miles de casas y dejado desamparadas a millones de personas en las aldeas inundadas de Bangladesh e India. Cáritas Bangladesh se ha movilizado inmediatamente para acudir en ayuda de los damnificados, especialmente a aquellos a los que no llega ayuda ni del gobierno ni de otras agencias humanitarias.
 
El ciclón golpeó la costa de Bangladesh y el estado indio de Bengala Occidental el 25 de mayo, con una marejada que se llevó por delante aldeas, carreteras y ganado, informa la página web de Cáritas Internacional.

Antes de que llegara el ciclón, el equipo de Cáritas y voluntarios lanzaron mensajes de advertencia a través de megáfonos. El personal local preparó sus existencias de alimentos secos para su distribución inmediata.

Los voluntarios de Cáritas han identificado a las familias más necesitadas y ha empezado a distribuir alimentos a esta familias a las que no ha llegado la ayuda del gobierno o de otras agencias de ayuda.

"La estimación inicial de Cáritas subrayó la urgente necesidad de alimentos, agua potable, tabletas de purificación de agua, sales de rehidratación oral", dijo Akhila D'Rozario, director de Gestión de Desastres de Cáritas Bangladesh.

Cáritas Bangladesh inició la distribución de alimentos secos el martes pasado en las diferentes áreas afectadas.
 
Hasta ahora, se ha aprobado un importe de 7.353 dólares, por parte de las oficinas de Cáritas Khulna y Barisal, para alimentos secos para la gente que está en los refugios y en los bordes de las carreteras.

Cáritas en Barisal ha distribuido ya ayuda inmediata a 300 familias en el refugio de Barguna Sadar. Cáritas en Khulna ha distribuido ya arroz y melaza a 1.873 afectados en los distritos de Satkhira y Bagerhat.
 
Además, un total de 3.000 paquetes de sales de rehidratación oral fueron distribuidos entre la gente damnificada.


Por Nieves San Martín