ROMA, lunes 15 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Es un rabino estadounidense. Hasta septiembre de 2008, había planteado dudas sobre la idoneidad de Pío XII para su beatificación, y ahora reza por el pontífice y propone reconocer al Papa Eugenio Pacelli como santo. 

Lo explica en el prólogo del último libro de sor Margherita Marchione, "Papa Pio XII. Un antologia di testi nel 70 anniversario dell'incoronazione" (Papa Pío XII. Una antología de textos en el 70 aniversario de la coronación), editado en italiano y en inglés por la Librería Editora Vaticana. 

El rabino Erich A. Silver, del Templo Beth David en Cheshire, responsable de la mejora de las relaciones entre el Judaísmo y la Iglesia Católica, explica las causas de su cambio de opinión. 

"Creía que podía haber hecho más", ha escrito Silver en el prólogo del libro. "Quería saber si, realmente había sido un colaborador, un antisemita pasivo, mientras millones eran asesinados, algunos a la vista del Vaticano". 

Entonces, relata el rabino, en septiembre de 2008 vine a Roma, invitado por Gary Krupp para participar en un simposio organizado por la Pave The Way Foundation, en el que se quería estudiar el papel de Pío XII durante el Holocausto. 

En aquella ocasión, el rabino Silver conoció a sor Marchione y a una cincuentena de personas, entre rabinos, sacerdotes, estudiosos y periodistas que habían estudiado e investigado a fondo sobre el tema. 

Para Silver, aquel simposio fue un choque, y así lo escribe: "Las pruebas que he visto me han convencido de que su única motivación [de Pío XII] fue salvar a todos los judíos que podía". 

Y la imagen negativa de Pío XII, según Silver, comenzó con la publicación de la obra de teatro "El Vicario" con la difusión de mentiras y el hábito de no investigar los hechos históricos. 

Así, muchas personas han sido convertidas en "instrumento de los que detestaban a Pío XII porque fue siempre anticomunista", explica. 

"Es de destacar que, después del fin de la guerra y hasta su muerte, los judíos lo han elogiado continuamente reconociéndolo como salvador", añade. 

Y el rabino afirma: "Yo espero que la canonización de Pío XII pueda desarrollarse sin problemas para que no sólo los católicos sino todo el mundo pueda conocer el bien realizado por este hombre de Dios". 

En la parte final de su introducción al libro, Silver recuerda que en el 50 aniversario de la muerte de Pío XII, en el sermón de Yom Kippur, "he hablado de la necesidad de corregir los errores del pasado". 

"Después de todo, Eugenio Pacelli es un amigo especial de Dios, un santo; nos toca reconocer este hecho", recuerda. 

Entrevistada por ZENIT, sor Margherita Marchione, conocida como Fighting Nun (la monja luchadora) y autora de otros quince libros sobre la figura de Pío XII, recuerda su encuentro con el Papa Pacelli en 1957, en un viaje a Italia para investigar sobre el poeta Clemente Rebora. 

Para sor Margherita, Pío XII es la mayor personalidad de la época de la Segunda Guerra Mundial. 

"Este Papa, en el silencio y el sufrimiento, sin armas ni ejército, logró salvar tantas vidas humanas y aliviar tantas penas: ésa es la verdad histórica", afirma. 

Sor Margarita ha demostrado que Pío XII fue enemigo acérrimo del nazismo y del comunismo. 

Sobre su relación con los judíos, sor Margarita ha podido demostrar que "Pío XII ha salvado más judíos que cualquier otra persona, incluidos Oskar Schindler y Raoul Wallemberg". 

Y explica: "Durante la guerra, Pío XII hizo más que cualquier otro jefe de estado, como el presidente de los Estados Unidos Franklin Roosevelt o Winston Churchill, que podían servirse de medios militares". 

"El único jefe de estado que ha salvado a miles de judíos ha sido Pío XII, que no tenía medios militares", añade. 

Y concluye: "Por ese motivo, Pío XII merece ser reconocido como beato". 

Por Antonio Gaspari, traducción del italiano por Patricia Navas