GUADALAJARA, miércoles, 10 de junio de 2009 (ZENIT.org-El Observador).- La ciudad mexicana de Guadalajara se prepara para honrar nuevamente el Cuerpo de Cristo, que caminará por las calles de la ciudad en una solemne procesión que se llevará a cabo el próximo 11 de Junio.
El arzobispo de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval Íñiguez, presidirá la Concelebración Eucarística que se llevará a cabo en la explanada del Templo Expiatorio y desde donde partirá la procesión hasta la Plaza de la Liberación. Ahí se dará la bendición con el Santísimo Sacramento.
Esta procesión por las calles de Guadalajara resurgió en el marco del 48˚ Congreso Eucarístico Internacional, efectuado en octubre de 2004, en la que participaron unos tres millones de fieles. Al concluir el Congreso Eucarístico, la Iglesia diocesana se comprometió a «resaltar nuevamente la fiesta y la procesión del Corpus Christi», y así se ha venido realizando cada año.
En Guadalajara, por cuatro siglos -hasta 1858, con la llegada de las Leyes de Reforma-, dos grandes fiestas marcaron la vida religiosa de la arquidiócesis: la fiesta del jueves de Corpus y la Romería anual de Nuestra Señora de Zapopan. Como las leyes prohibieron el culto público, se redujo esta procesión del Corpus al interior de Catedral y, finalmente, quedó reducida su celebración al interior del Seminario Mayor.
Con el 48˚ Congreso Eucarístico Internacional resurge, y se celebra de nuevo por las calles de la ciudad.
Con la fiesta del Cuerpo y la Sangre del Señor, la Iglesia universal quiere, primero, conmemorar la institución de la Eucaristía por Cristo, el Jueves Santo. Desea también reavivar y exaltar la fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Y quiere tributar a la Eucaristía un culto público y grandioso de adoración, amor y gratitud, por medio de una solemne procesión.
El lema de este año será: «La Eucaristía, fuente y cumbre de la vida y misión de nuestra Iglesia diocesana», pues se realizará en el marco de la Misión Continental, la promulgación del V Plan Diocesano de Pastoral y la clausura del «Año Paulino».