CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 de junio de 2009 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha aclarado que los obispos y sacerdotes seguidores del arzobispo Marcel Lefebvre no ejercerán ministerios legítimos hasta que la Fraternidad de San Pío X no cuente con un estatuto canónico reconocido por la Iglesia.
La aclaración, emitida a través de un comunicado de su Oficina de Información este miércoles, se ha hecho necesaria para responder a las numerosas peticiones de información sobre las ordenaciones sacerdotales programadas por la Fraternidad de San Pío X para finales de este mes de junio.
El comunicado remite a la carta que Benedicto XVI dirigió a los obispos de la Iglesia el pasado 10 de marzo para explicar las razones y los hechos en torno al levantamiento de la excomunión a los obispos ordenados ilegítimamente en 1988 por monseñor Lefebvre.
En esa carta, el Papa indica que «hasta que la Fraternidad no tenga una posición canónica en la Iglesia, tampoco sus ministros ejercen ministerios legítimos en la Iglesia», según recuerda el comunicado publicado este miércoles.
La misiva añade que «hasta que las cuestiones relativas a la doctrina no se aclaren, la Fraternidad no tiene ningún estado canónico en la Iglesia, y sus ministros, no obstante hayan sido liberados de la sanción eclesiástica, no ejercen legítimamente ministerio alguno en la Iglesia».
Por otra parte, el comunicado confirma la intención del Papa de dar un nuevo estatus a la Comisión Pontificia «Ecclesia Dei», «asociándola a la Congregación para la Doctrina de la Fe». Esta Comisión es la institución Vaticana competente desde 1988 para esas comunidades y personas que, proviniendo de la Fraternidad San Pío X o de agrupaciones similares, quieren regresar a la plena comunión con el Papa.
Con este gesto, el Papa trataba de aclarar que «los problemas que deben ser tratados ahora son de naturaleza esencialmente doctrinal, y se refieren sobre todo a la aceptación del Concilio Vaticano II y del magisterio postconciliar de los Papas».
«Hay razones para pensar que falta poco para ese nuevo estatus –indica el comunicado–. Este hecho constituye la premisa para el inicio del diálogo con los responsables de la Fraternidad San Pío X de cara a la deseada aclaración de las cuestiones doctrinales y, por lo tanto, también disciplinarias, que todavía siguen abiertas».
En una entrevista publicada este martes en ZENIT (Cf. ZENIT 16 de junio de 2009), el obispo Bernard Fellay de la Fraternidad de San Pío X se refería a las ordenaciones de tres sacerdotes y tres diáconos en el seminario «lefevbrista» Zaitzkofen, en Baviera (Alemania), programadas por el obispo de la Fraternidad Alfonso de Galaretta para el próximo 27 de junio.
El superior general de la Fraternidad opinaba que el Vaticano ahora «no tiene problemas fundamentales» con las próximas ordenaciones sacerdotales, aunque reconocía que nuevas excomuniones podrían «poner en peligro todo» y hacer fracasar los diálogos de la Fraternidad con la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Sobre las ordenaciones previstas por la Sociedad San Pío X, el obispo Gerard Muller de Ratisbona también ha explicado recientemente a la Fraternidad que hasta que la cuestión de la condición canónica no esté resuelta, las ordenaciones no están autorizadas y por tanto merecerían acciones disciplinarias.