CIUDAD DEL VATICANO, martes 30 de junio de 2009 (ZENIT.org).- La Capilla Paulina completamente restaurada será inaugurada el próximo sábado con unas vísperas solemnes presididas por Papa Benedicto XVI.
La capilla restaurada fue presentada este martes por la mañana en rueda de prensa en el Palacio Apostólico.
Se trata de la Capilla privada de los Pontífices y contiene las últimas obras maestras de Miguel Ángel, pintadas entre 1542 y 1550: la crucifixión de Pedro y la Caída de Saulo.
Los trabajos de restauración han costado 3.253.196 euros, según explicó a los periodistas el cardenal Giovanni Lajolo, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
“Estoy muy contento que los trabajos hayan concluido en coincidencia casi simbólica con la conclusión del Año Paulino, como se preveía en una reunión con la Comisión externa de expertos el 30 de septiembre de 2008”, dijo.
Tras de una minuciosa investigación, las labores de restauración de la Capilla Paulina comenzaron en el año 2004, a petición de Juan Pablo II y bajo la dirección del historiador del arte Arnold Nesserlrath con un grupo de restauradores de pinturas vaticanas dirigido por Mauricio De Luca.
Según De Luca, estas labores han representado “la labor más exigente que ha enfrentado el Laboratorio de Restauración de Pinturas de los Museos Vaticanos”.
Y ello, no sólo por la extensión de la superficie sino también “por la complejidad de los problemas a afrontar desde el punto de vista técnico y por las decisiones relacionadas con la restitución estética final”.
Los trabajos de restauración incluyen también la instalación de una nueva planta de iluminación que permite apreciar mejor los frescos que engalanan la capilla.
Más de cuatro siglos de historia
La Capilla Paulina se encuentra en el primer piso del Palacio Apostólico Vaticano, cerca de la Capilla Sixtina.
Debe su nombre al hecho de que fue construida por una orden del Papa Pablo II (1534 – 1549), por el arquitecto Antonio Sangallo.
Además de las obras maestras de Miguel Ángel, esta capilla cuenta con otras perlas de la historia del arte que representan algunos pasajes de los Hechos de los Apóstoles.
Entre ellas se encuentran los frescos elaborados por Federico Zuccari (Bautismo del centurión Cornelio) y Lorenzo Sabbatini (Lapidación de Esteban, Bautismo de San Pablo en casa de Ananías, Caída de Simón el Mago).
Según el director de los Museos Vaticanos, el profesor Antonio Paolucci,estas obras “cuentan los principales episodios de la vida de los santos Pedro y Pablo, fundamentos de la jerarquía y de la doctrina”.
“Cuando sobre el altar se expone el Santísimo Sacramento, el papel del Papa, custodio del Corpus Christi, en la legitimidad de la sucesión apostólica y de la fidelidad a la ortodoxia, esto cobra perfectamente significado”, indicó el profesor Paolucci.
El techo de la capilla presenta también algunos frescos de Zuccari, como La predicación de Pablo en la isla de Malta, La liberación de Pedro, La visión de San Pablo; San Pablo y Silia prisioneros en Filipo, El castigo de San Pedro a Ananias y Sáfira, San Pablo en la isla de Malta y San Pedro que resucita a Tabita.
Por Carmen Elena Villa
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Jun 30, 2009 00:00