BRUSELAS, martes 9 de junio de 2009 (ZENIT.org) - "La baja participación es el signo de que todavía falta una sociedad civil europea", señala la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), en un comunicado publicado este lunes. 

Con ocasión de las elecciones europeas, del 4 al 7 de junio de 2009, el presidente de la COMECE, monseñor Adrianus Van Luyn, obispo de Rotterdam, felicitó a todos los parlamentarios europeos elegidos, de los 27 países miembros. 

Les deseó "el mayor de los éxitos y la bendición de Dios en el cumplimiento de su mandato". 

Monseñor Van Luyn espera que el "diálogo de las Iglesias" con las "instituciones europeas", en particular con el Parlamento europeo, permita "profundizar en el servicio a la dignidad humana y al bien común". 

El presidente de la COMECE también lamentó "la baja participación" (42,9% de media) y señaló que "una participación tan baja resulta aún más incomprensible ante la influencia y competencias que ganará el Parlamento europeo si el Tratado de Lisboa entra en vigor". 

Según el obispo holandés, "el proceso de democratización en la Unión Europea se ha profundizado continuamente", permitiendo así que el Parlamento europeo se convierta "cada vez más en un órgano de representación fuerte de los ciudadanos". 

No obstante -añadió-, todavía no se ha formado una sociedad europea como tal.  

"La baja participación es signo de que todavía falta una sociedad civil europea -dijo-. No se ha puesto suficiente énfasis en esta cuestión, en comparación con el que se ha puesto para establecer un mercado común". 

"Las instituciones europeas, los gobiernos nacionales, los partidos políticos, pero también las Iglesias, deben preguntarse: ¿Hemos contribuido suficientemente en la aparición de una conciencia europea en nuestros ciudadanos?". 

El obispo destacó que desde los años 60, la integración europea ha aparecido como un "proceso único en la historia de la humanidad" que actualmente es "más oportuno que nunca". 

Señaló que, ante la crisis económica, el cambio climático y la crisis alimentaria a escala mundial, "no existe alternativa a una Europa unida con una sola voz y comprometida por la justicia y la paz", tanto en el continente europeo como en el resto del mundo. 

En su asamblea plenaria de primavera, los obispos miembros de la COMECE publicaron una declaración, "Construir la Casa de Europa" (20 de marzo de 2009), en la que invitaban a los cristianos a votar.  

También otras conferencias episcopales de países de la Unión Europea formularon declaraciones en el mismo sentido.