En particular, y ante los nuevos desafíos, el Papa, hace hincapié en "el respeto de la inviolable dignidad y de los derechos del niño, del reconocimiento de la misión fundamental de la familia en la educación y de la necesidad de un ambiente social estable que pueda favorecer el desarrollo psíquico, cultural y moral de cada niño".
Los redactores del llamamiento consideran que los compromisos asumidos por la comunidad internacional "están todavía muy lejos de ser respetados en todas partes. Se considera todavía demasiado a menudo a los niños como objetos de asistencia, o destinatarios de algunos derechos que les son concedidos como una limosna. Demasiados niños en el mundo siguen privados de sus derechos, a veces incluso de los más fundamentales".
La Oficina Internacional Católica de la Infancia nació en 1948 para responder al llamado del Papa Pío XII a favor de la infancia herida por la guerra y fue inaugurada por el arzobispo Angelo Roncalli, entonces nuncio apostólico y futuro Papa Juan XXIII.
La madrina del acto de lanzamiento del llamamiento fue Maggy Barankitse, quien salvó miles niños durante el genocidio que arrasó Burundi, entre 1993 y 2003. En el acto participó el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
El llamamiento puede firmarse en: http://www.bice.org/ewb_pages/a/appel-pour-lenfance-geneve-juin-2009-traductions-disponibles.php