España: Acoso a una comunidad benedictina obligada a dejar su monasterio

Comunicado del Monasterio de San Salvador del Monte Irago

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RABANAL DEL CAMINO, jueves, 27 agosto 2009 (ZENIT.org).- Los pasados días 15 y 16 de agosto, se produjeron sendos tumultos durante la celebración de la Eucaristía, en Rabanal del Camino, León, durante los cuales no sólo se profirieron insultos contra los monjes sino que, debido a sus actitudes violentas, fue precisa la intervención de la Guardia Civil, para proteger su integridad física, viéndose obligados a abandonar el pueblo.
 
Ante tan tristes acontecimientos, la comunidad de monjes benedictinos de San Salvador del Monte Irago ha hecho público un comunicado, este 24 de agosto, en el que afirma: «Deploramos el empleo de la violencia física o moral como medio de solución de cualquier conflicto».
 
A causa de la violencia del tumulto, los monjes han sido llamados a su Abadía de Santa Otilia por su superior, el archiabad, con el conocimiento de las autoridades eclesiásticas competentes.
 
«Lamentamos, con ello –añade el comunicado–, la situación de desatención que, de hecho, se produce no sólo en nuestras parroquias sino, también hacia los cientos de peregrinos que cada día esperan encontrar en Rabanal del Camino la presencia espiritual del Monasterio. Y, deseamos, a la menor brevedad posible, poder reanudar nuestra vida monástica y pastoral ordinaria».
 
El Monasterio de San Salvador del Monte Irago se encuentra en el Camino de Santiago.
 
El comunicado señala que, «ante la oposición manifestada por la Junta Vecinal de Rabanal del Camino y del Ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza (del que depende Rabanal) al proyecto de restauración de la iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción, solo podemos decir que dicho templo está declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León y, en cuanto tal, corresponde únicamente a la Dirección General de Patrimonio la responsabilidad sobre cuantos obras se lleven a cabo en él».
 
Por otra parte, explica, «la responsabilidad sobre la gestión urbanística corresponde, en exclusiva, a las autoridades municipales de Santa Colomba de Somoza. Nos parece inadecuado, en consecuencia, querer imputar al Monasterio de San Salvador responsabilidad alguna sobre dichas materias».
 
Así mismo, a la comunidad le consta «que el Proyecto de Restauración de la iglesia de la Asunción, a día de hoy, no ha sido presentado a la aprobación del Ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza». Por tanto, afirma desconocer «el fundamento de la protesta tanto de éste, como la Junta Vecinal de Rabanal del Camino».
 
«Por nuestra parte –subraya–, hemos colaborado con las autoridades de Patrimonio, cediendo el templo para la realización de dos excavaciones arqueológicas, a pesar de las molestias que ello nos ha causado».
 
«Somos conocedores, eso sí –añade–, de la finalidad última de dicha intervención, consistente en poner en valor los importantes hallazgos románicos descubiertos hace nueve años. En cuanto a los retablos barrocos que ocultaban dicha estructura románica, fueron reubicados, junto con todas sus imágenes, en los otros dos templos barrocos existentes en Rabanal, hecho fehacientemente conocido y contrastado por las autoridades competentes de Patrimonio, además de la feligresía».
 
«Si bien  se reconoce la tutela de la Dirección General de Patrimonio sobre dicho Bien de Interés Cultural –especifica el comunicado–, también afirmamos, sin ambages, la titularidad de la propiedad de todos los templos de Rabanal del Camino por parte de la Parroquia Católica de Nuestra Señora de la Asunción (Obispado de Astorga), persona jurídica reconocida por la legislación civil española, a favor de la cual dichos bienes se encuentran inscritos en el Registro de la Propiedad, incluyendo en dicha titularidad cuantos bienes muebles se hallan allí contenidos».
 
Como consecuencia de la declaración de aconfesionalidad recogida en la Constitución Española de 1978 y la subsiguiente legislación en materia de libertad religiosa, afirma, «resulta inadmisible la pretensión de las autoridades locales de imponer formas y contenidos en las celebraciones litúrgicas católicas».
 
«Los pueblos del Camino –explica- han acogido, a lo largo de los siglos, peregrinos en tránsito hacia la tumba del Apóstol Santiago. Tristemente, en cambio, hemos vivido en Rabanal una violenta protesta protagonizada por no más allá de cien personas, que en su inmensa mayoría no son miembros de la Parroquia Católica. Esto ha provocado la marcha de los monjes y el cese de las actividades del Monasterio que no sólo ha venido atendiendo espiritualmente a los feligreses que habitualmente residen en el pueblo sino que, sobre todo, ha orientado sus esfuerzos en acoger a muchos miles de peregrinos que, cada año, han participado libremente en sus servicios religiosos. Ellos son, sin duda, los grandes perjudicados de toda esta lamentable situación».
 
«Nuestro Señor –añade–, venerado en Rabanal como el Bendito Cristo, nos manda amarnos y perdonarnos. En este espíritu, pedimos disculpas a cuantos se puedan haber sentido ofendidos por nuestras acciones, al mismo tiempo que perdonamos cuantas ofensas hemos podido recibir a lo largo de estos días».
 
«Al mismo tiempo –concluye–, esperamos que las autoridades públicas asuman sus responsabilidades, y pongan cuanto está de su mano para restablecer una convivencia en paz y en justicia».
 
Por su parte, la Delegación de Medios de Comunicación del Obispado de Astorga emitió una nota de prensa, el 21 de agosto, en la que afirma: «Es de todo punto inaceptable el acoso al que se sometió a la Comunidad Monástica del Monte Irago y es una osadía pedir que se vayan los monjes de su Monasterio».
 
«El Proyecto de restauración no es de competencia de los monjes ya que por ser la iglesia monumento BIC (Bien de interés cultural) no se puede hacer ninguna obra sin la aprobación de Patrimonio», añade.
 
«El proyecto encargado -explica- todavía no ha sido aprobado y por tanto lo desconocemos. Sorprende en el Obispado que se hayan dado datos de dicho Proyecto. Por tanto, ¿quién ha facilitado estos datos?».
 
«Esperamos que los monjes regresen lo antes posible para continuar la vida monástica en su Monasterio, la atención a Rabanal y otros pueblos y a los peregrinos», añade.
 
«Es un privilegio –concluye- tener en un pueblo una Comunidad Monástica que ofrece celebraciones litúrgicas modélicas valoradas por cristianos del pueblo, del contorno y de los miles de peregrinos que pasan por Rabanal hacía Santiago y participan en dichas celebraciones».
 
Para más información: www.monteirago.org.
 
Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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