RÍMINI, miércoles 26 de agosto de 2009 (ZENIT.org).- La manifestación en defensa de la vida y contra el aborto, que se ha convocado para octubre en Madrid, será un reflejo de amplios sectores de la sociedad española, considera el cardenal Antonio María Rouco Varela.
Al arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española los periodistas le preguntaron este miércoles en el "Meeting por la amistad entre los pueblos" celebrado en Rímini, si la Iglesia apoyará abiertamente esa convocatoria prevista para el 17 de octubre.
El purpurado respondió que "hay que recordar que la Comisión Permanente del episcopado español acaba de publicar en junio una nota en la que toma postura sobre el proyecto de ley del gobierno sobre la ampliación, o el cambio o la reforma de la legislación sobre el aborto en España".
"Creo que es una nota construida de una forma sistemáticamente clara y por otro lado muy analítica: se analizan los distintos aspectos del proyecto desde el punto de vista de la ética cristiana".
"Lo que más resaltamos en la nota como hecho muy llamativamente grave es el haber convertido o querer convertir, a través del nuevo proyecto de ley, el aborto en un derecho, al menos en las primeras catorce semanas del embarazo".
Por lo que se refiere a la manifestación convocada en Madrid, el cardenal recordó que "la promueven organizaciones ciudadanas, entre las cuales se encuentran organizaciones católicas, entre las cuales se encuentran en su miembros muchos católicos y probablemente también los que no participan activamente en la vida de la Iglesia".
"Creo que va a ser un reflejo muy vivo de lo que es la realidad social de España y de cómo se está viviendo este proyecto de ley por parte de muchos españoles y por amplios sectores de la sociedad española".
"Los obispos españoles en otras ocasiones hemos dicho que los católicos deben comprometerse en la vida pública y deben comprometerse con todas las grandes causas que tienen que ver con los derechos fundamentales de la persona, y en primer lugar con el derecho a la vida que es, desde el punto de vista de la realización de los derechos humanos, el primero y más básico derecho humano".