CIUDAD DEL VATICANO, jueves 1 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Al saludar este jueves por la mañana a la comunidad religiosa y civil de Castel Gandolfo, donde transcurrió el periodo de verano, Benedicto XVI exhortó a los fieles a seguir “el sendero humilde del amor” indicado por santa Teresa de Lisieux, del que hoy se celebra la memoria litúrgica.
El Papa, que volverá al Vaticano el sábado 3 de octubre, a las 11:00 de la mañana, quiso de este modo agradecer a cuantos, con dedicación y empeño, se han prodigado para garantizarle una serena permanencia en la pequeña ciudad del Lazio.
Para todos, a partir del obispo de Albano y del Alcalde de Castel Gandolfo, el Pontífice tuvo una palabra de agradecimiento y de bendición.
Por tanto, recordando que hoy la Iglesia fsteja a santa Teresita del Niño Jesús, dijo que “su testimonio muestra que sólo la palabra de Dios, acogida y comprendida en sus exigencias concretas, se convierte en manantial de vida renovada”.
“En nuestra sociedad, a menudo permeada por una cultura racionalista by un difundido materialismo práctico, la pequeña Teresa de Lisieux indica, como respuesta a los grandes interrogantes de la existencia, la pequeña vía, que en cambio mira a lo esencial de las cosas”, afirmó.
“Es el sendero del amor, capaz de envolver y dar sentido y valor a toda circunstancia humana”, añadió.
Queridos amigos, concluyó el Papa, “seguid el ejemplo de esta santa; el camino recorrido por ella está al alcance de todos, porque es el camino de la confianza total en Dios, que és Amor y que nunca nos abandona”.