CIUDAD JUÁREZ, lunes, 12 octubre 2009 (ZENIT.org).- La campaña "Un Millón de Rosarios por Ciudad Juárez", que comenzó el 25 de marzo pasado ha llegado a su fin duplicando la meta propuesta. Más de dos millones de personas se han sumado a este esfuerzo de oración por conseguir la paz en la ciudad mexicana invadida por la violencia.
 
En la diócesis de Ciudad Juárez, del estado de Chihuahua en México, que preside monseñor Renato Ascencio -informan a ZENIT los Cruzados de Cristo Rey--, se lanzó la campaña "Un Millón de Rosarios por Ciudad Juárez" invitando a los católicos "a rezar el santo rosario a fin de que regrese la paz a esta ciudad azotada por los problemas de la violencia, el narcotráfico y asesinatos".

La violencia parece no acabar nunca en Ciudad Juárez. Desde 1993 son cientos las desapariciones y crímenes ocurridos en esta localidad mexicana. Un total de 15 personas fueron asesinadas este fin de semana en el estado de Chihuahua, en diferentes incidentes relacionados con las disputas del narco. En Ciudad Juárez, frontera con Estados Unidos, cinco hombres fueron ultimados por las disputas entre los cárteles de Sinaloa y Juárez.

El obispo de Ciudad Juárez mencionó, al inicio de la campaña, que los católicos tienen la encomienda de "armarse" de los rosarios para que las armas de fuego dejen de ser utilizadas y no sigan cobrando vidas en las calles de la ciudad.
 
Este domingo, la campaña llegó a su fin con el Rosario Viviente, durante el cual monseñor Ascencio se reunió con los fieles, en el estadio local de futbol, para rezar el Santo Rosario y se dió a conocer la cifra final de rosarios contabilizados: exactamente 2.081.727, según informa la página web de la campaña.
 
En un abarrotado Estadio Olímpico Benito Juárez, entre vítores a la imagen de la Virgen María, esta recorrió el lugar antes de dar inicio el rezo del Rosario. La Madre de Dios estaba rodeada por banderas, seminaristas, sacerdotes y el obispo.

Los fieles recibieron a la Virgen agitando sus pañuelos vistiendo camisetas blancas en señal de que desean que la paz regrese a Ciudad Juárez.

El obispo rezó, contando con la intercesión de la Virgen María, por la paz que desean habitantes de la ciudad, además de pedir que termine la crisis económica por la que atraviesan los juarenses.

Mencionó en su mensaje que los fronterizos viven una circunstancia especialmente delicada y grave que afecta su vida. Pidió al Señor por el eterno descanso y arrepentimiento de quienes han provocado la violencia.

Indicó que en los últimos meses la desestabilización, incertidumbre, el miedo y la zozobra recorren las calles de la ciudad, en tal grado que el asesinato y robo parece que se han convertido en delitos menores, la inseguridad pareciera que es la norma provocando que la atmósfera sea casi irrespirable.

Añadió que otra situación que resulta muy preocupante es la dificultad que pasan tantas familias a causa del desempleo, ya que esto también genera la inseguridad. "En estas circunstancias como en otras graves de la historia, el rezo del Rosario constituye una inmensa ayuda", manifestó.

Señaló que actualmente las familias padecen una crisis especial, pues están sumergidas en el dolor y la tristeza por la pérdida de seres queridos a causa de la violencia irracional. Pidió a los presentes que se conviertan en constructores de la paz y que eviten las situaciones que les lleven a la delincuencia.

Poco antes de terminar el rezo del rosario, los feligreses encendieron sus velas iluminando el Estadio Olímpico.

Durante 17 años, la Diócesis de Ciudad Juárez ha organizado el rezo del Rosario y los asistentes se comprometieron a seguir rezándolo para que esa sea la única arma de los católicos que les permita conquistar la paz.

Para más información: www.millonxciudadjuarez.org.