CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 3 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos la presentación de la II Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos sobre África que hizo este viernes a los periodistas en la Sala de Prensa de la Santa Sede el secretario general del Sínodo de los Obispos, el arzobispo Nikola Eterovic.
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En el Discurso de la montaña sobre las Bienaventuranzas Jesús reveló la dignidad de sus discípulos afirmando: «Vosotros sois la sal de la tierra…Vosotros sois la luz del mundo» (Mt 5, 13. 14). Tales palabras, que son válidas para los cristianos de todos los tiempos, se dirigen de manera particular a los fieles de África en este momento de su historia eclesial y social. La actualidad de esta llamada fue subrayada también por el Santo Padre Benedicto XVI que la utilizó como lema de su primera Visita Apostólica al corazón de África, en Camerún y en Angola, donde estuvo del 17 al 23 de marzo de 2009.
Es simultáneamente una constatación y una exhortación. Los cristianos, regenerados en el bautismo por la gracia del Espíritu Santo, se han revestido de Jesucristo, «luz del mundo» (cfr. Jn 8, 12) que «ilumina a todo hombre» (Jn 1,9). Ellos, por lo tanto, deben vivir el espíritu de las bienaventuranzas y de esta forma reflejar la Luz Jesucristo, según sus propias palabras: «Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mt 5, 16). Los discípulos del Señor, al comprometerse en una vida cristiana auténtica, tratan de seguirlo, van detrás de Él negándose a sí mismos y tomando su propia cruz (cfr. Mc 8, 34). Dejándose guiar por la luz de Cristo, se convierten cada vez más en la sal de la tierra que, renovada por la gracia del Espíritu Santo, no sólo no perderá su sabor, sino que podrá dar un verdadero gusto de Evangelio a toda la realidad humana en África y en el mundo entero.
Ser sal de la tierra y luz del mundo es la vocación de todo cristiano. Aplicada a la realidad africana, esta verdad nos permite comprender el espíritu con el cual se quiere celebrar la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos sobre el tema: La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. «Vosotros sois la sal de la tierra…Vosotros sois la luz del mundo» (Mt 5, 13.14). La prioridad, por lo tanto, se relaciona con la urgente obra de evangelización que posee como inseparable reflejo la promoción humana en el contexto del continente africano.
El tema de la Asamblea sinodal es muy significativo ya que retoma el título de la Exhortación Apostólica Post-sinodal Ecclesia in Africa, que recoge los resultados de la Primera Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos celebrada del 10 de abril al 8 de mayo de 1994 sobre el tema La Iglesia en África y su misión evangelizadora de cara al año 2000. «Seréis mis testigos»(Hch 1,8). Con esa elección se quiso subrayar la continuidad entre las dos Asambleas. La primera ofreció un cuadro general y de conjunto de la situación de la Iglesia Católica en el continente. Además afrontó los distintos desafíos, eclesiales, sociales y políticos que, desgraciadamente, hoy son todavía actuales en su gran mayoría. Teniendo presente este cuadro que aún posee validez, con la Segunda Asamblea Especial los Padres sinodales, guiados por el Santo Padre Benedicto XVI, desean analizar en profundidad la misión de la Iglesia al servicio de la reconciliación, la justicia y la paz. Son temas fundamentales para el presente y el futuro de la Iglesia Católica en África. En esta urgente obra la Iglesia está dispuesta a colaborar con las demás Iglesias y comunidades cristianas, con quienes pertenecen a otras religiones no cristianas, y también con todos los hombres de buena voluntad. A este propósito, el primer día de comienzo de los trabajos está previsto un informe de unos 30 minutos sobre cómo fue recibida la Ecclesia in Africa, y luego seguirá un debate libre sobre el tema.
La preparación de la Segunda Asamblea Especial para África comenzó cinco años atrás, cuando el 14 de junio del 2004 el Siervo de Dios Juan Pablo II expresó el deseo de convocar la Segunda Asamblea sinodal para África. Esta dio comienzo específicamente con la publicación de los Lineamenta, el 27 de junio del año 2006. Durante su visita a Yaundé, Camerún, el 19 de marzo de 2009, el Santo Padre Benedicto XVI entregó el Instrumentum laboris de la Asamblea sinodal a los Presidentes de las 36 Conferencias Episcopales y a los Jefes de dos Iglesias Orientales Católicas sui iuris así como de la Asamblea de la Jerarquía Católica de Egipto.
La Iglesia en África ha tenido un gran actividad. Desde el año1978 al 2007, el número de los católicos africanos paso de 55.000.000 a 146.000.000. También las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada han crecido notablemente (cfr. Anexo).
Debemos completar este prometedor cuadro recordando a los 521 agentes pastorales que desde el año 1994 al 2008 fueron asesinados en África a causa del nombre de Jesucristo (cfr. Mt 10, 22). Se trata de africanos, de origen y de adopción, es decir, misioneros en tierras africanas. En 2008, por ejemplo, de 20 agentes pastorales católicos asesinados en el mundo, 5 eran africanos: 3 sacerdotes, 1 religioso y 1 voluntario laico, provenientes respectivamente de Kenia, Guinea Conakry, Nigeria y de la República Democrática del Congo. El Evangelio que ellos anunciaron es la verdadera sal de la tierra, garantía de una evangelización con raíces profundas, capaz de poder resistir ante cualquier adversidad. La Buena Noticia, acompañada por el límpido testimonio de su servicio eclesial, se convierte en luz que brilla en las tinieblas del mundo, a veces demasiado densamente concentradas en algunas zonas del continente africano.
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Ser cada vez más la sal de la tierra y la luz del mundo es una gracia que se obtiene con la oración. La celebración de la Asamblea sinodal estará acompañada por intensos momentos de oración.
El Santo Padre Benedicto XVI, Presidente del Sínodo de los Obispos, presidirá tres celebraciones Eucarísticas en la Basílica Papal de San Pedro. Además de la de inauguración del domingo 4, y la de conclusión de los trabajos sinodales, el domingo 25 de octubre, Su Santidad canonizará, el domingo 11 de octubre, a 5 beatos: Zygmunt Szczesny Felinski, Francisco Coll y Guitart, Josef Damiaan de Veuster, Rafael Arnáiz Barón y Marie de la Croix (Jeanne) Jugan. Estos santos enseñan de una forma concreta cómo nos convertimos en la sal de la tierra y la luz del mundo.
La oración acompañará las reflexiones de los Padres sinodales cada día por la mañana y por la tarde. La oración de la Hora Tercia estará acompañada por una breve homilía, preparada por los Padres sinodales. Un momento especial está previsto para el sábado 10 por la tarde. El Santo Padre guiará el rezo del Santo Rosario con África y por África, en conexión vía satélite, desde el Aula Pablo VI, con las universidades de 9 capitales africanas: El Cairo (Egipto), Antananarivo (Madagascar), Kinshasa (Rep. Dem. del Congo), Nairobi (Kenia), Johanesburgo (Sudáfrica), Maputo (Mozambique), Jartún (Sudán), Onitsha (Nigeria) o Ouagadougou (Burkina Faso).
En la Segunda Asamblea Especial para África participarán 244 Padres sinodales, de los cuales 228 son obispos. Los mismos participarán con carácter de: 79 ex officio, 129 elegidos y 36 de nombramiento pontificio. Entre ellos encontramos 33 cardenales, 75 arzobispos, 120 obispos y 8 religiosos, elegidos por la Unión de los Superiores Generales. Con respecto a los cargos encontramos 37 Presidentes de Conferencias Episcopales, 189 obispos ordinarios, 4 coadyutores, 2 auxiliares y 8 arzobispos eméritos.
En referencia al art. VII del Ordo Synodi Episcoporum, el Santo Padre Be
nedicto XVI había establecido que ex officio participaran en la Asamblea sinodal, 25 Presidentes de discasterios de la Curia romana, todos los cardenales africanos, actualmente son 14, los Presidentes de las Conferencias Episcopales, nacionales, regionales y los de las reuniones Internacionales. En la elección de los Padres sinodales se siguió también el criterio de elegir un obispo de cada 5 participantes. De todas maneras se trató de tener por lo menos un obispo por cada uno de los 53 Países de África.
La mayoría de los Padres sinodales, en concreto 197, provienen de África. Otros 27 vienen de otros continentes: 34 de Europa, 10 de América, 2 de Asia y uno de Oceanía. Entre ellos hay Presidentes de Conferencias Episcopales de otros 4 continentes, que al inicio de la Asamblea dirigirán su palabra a la Asamblea. Este hecho evidencia que la Segunda Asamblea Especial para África afecta a toda la Iglesia Católica.
Por lo que se refiere a los trabajos sinodales, se han previsto 20 Congregaciones Generales y 9 Sesiones de los Círculos menores, divididos en las tres lenguas oficiales de la Asamblea: francés, inglés y portugués. Los Padres sinodales podrán usar también el italiano.
En estas lenguas 4 los encargados de prensa informarán regularmente a los periodistas sobre los trabajos sinodales. La primera Conferencia de Prensa se celebrará el lunes, 5 de octubre. En ella participarán Su Eminencia, Card. Peter Kodwo Appiah TURKSON, Arzobispo de Cape Coast, Ghana, Relator General.
Como se sabe, el Santo Padre Benedicto XVI ha nombrado tres Presidentes Delegados: los Eminentísimos Cardenales: Francis ARINZE, Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; Théodore-Adrien SARR, Arzobispo de Dakar, Senegal, y Wilfrid Fox NAPIER, O.F.M., Arzobispo de Durban, África del Sur. Al mismo tiempo, Su Santidad ha nombrado dos Secretarios Especiales: Su Excelencia Mons. António Damião FRANKLIN, Arzobispo de Luanda, Angola y Su Excelencia Mons. Edmond DJITANGAR, Obispo de Sarh, Chad.
En la Asamblea sinodal participarán también los Delegados fraternos, representantes de 6 Iglesias y comunidades eclesiales, presentes de modo significativo en África, con quienes la Iglesia Católica mantiene relaciones de diálogo y colaboración.
Estarán presentes, también, 29 Expertos, 19 hombres y 10 mujeres, y 49 Oyentes, 29 hombres y 20 mujeres, dispuestos a ofrecer su contribución para el buen desarrollo de los trabajos sinodales, enriqueciendo la reflexión con sus significativos testimonios.
Junto con los Asistentes, Traductores y personal técnico y, en particular, con los Oficiales de la Secretaría General, participarán en la Asamblea unas 400 personas.
Acogiendo la invitación del Santo Padre Benedicto XVI, participarán en la Asamblea sinodal tres Invitados especiales.
En primer lugar, el martes del próximo 6 de octubre, participará en la Tercera Congregación General el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Tewahedo Etíope Su Santidad Abuna Paulos. Se trata de una participación en el Sínodo del representante de la mencionada Iglesia cristiana, presente en África de forma ininterrumpida desde los tiempos apostólicos.
El viernes 9 de octubre se espera al Señor Rudolf Adada, que fue Jefe de la Joint United Nations/African Union Peacekeeping Mission para el Dafur, que afecta no sólo a los Países africanos sino también a todo el mundo.
El lunes 12 de octubre dirigirá la palabra a los Padres sinodales el Sr. Jacques Diouf, Director General de la FAO, para informar sobre los esfuerzos de la FAO dirigidos a garantizar la seguridad alimenticia en África.
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«Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la luz del mundo» (Mt 5, 13.14). La Iglesia que peregrina en África desde hace 2000 años, trata de poner en práctica esta invitación del Señor. Lo está haciendo en las regiones del Nordeste de África desde los tiempos apostólicos (Cfr. Hch 8, 26-39). En algunas zonas, como por ejemplo en la actual Angola, la Buena Noticia ha sido anunciada hace más de 500 años. En otras regiones, la luz del Evangelio ha penetrado con los misioneros hace unos 100 años. Gracias a Dios, los resultados han sido abundantes. Uno de los signos de fecundidad apostólica son las vocaciones misioneras africanas. Cada vez hay más sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que realizan el servicio pastoral en otras Iglesias particulares en África o en otros continentes. Junto con la Buena Noticia, se esfuerzan en promover las actividades educativas y asistenciales de la Iglesia, ofreciendo una formación integral, humana y cristiana, a las nuevas generaciones. Al mismo tiempo, tratan de aliviar las heridas abiertas en el espíritu y en el cuerpo de sus hermanos, afrontando los grandes desafíos del subdesarrollo y, por tanto, del hambre, de las enfermedades, de las violencias, incluidas las guerras. Con sus acciones continúan la obra de Jesús Buen Samaritano en favor de todo hombre africano, sin distinción de etnia, lengua, religión, ofreciendo una preciosa contribución al proceso de la justicia y de la paz que brota de un corazón reconciliado con Dios y con el prójimo.
Invocando la intercesión de tantos santos africanos y, en particular, de la Virgen María, Nuestra Señora de África, rezamos para que la celebración de la Segunda Asamblea Especial se convierta en una ocasión propicia para que todo el Pueblo de Dios se dedique a la oración y a la profunda reflexión sobre el presente de la actividad pastoral en África, en unión con los Pastores y bajo la guía del Obispo de Roma y Pastor universal de la Iglesia. Bendecida por el Espíritu Santo, la Iglesia en África desea emprender, con nuevo celo, la obra de evangelización y de promoción humana en el gran continente. Una Iglesia reconciliada en su interior se convertirá en anunciadora creíble de la reconciliación, también a nivel de la sociedad, aportando una insustituible contribución a la promoción de la justicia y al logro de la paz.
[Traducción distribuida por la Secretaría General del Sínodo]