MONTEVIDEO, martes 6 de octubre de 2009 (ZENIT.org) Para hacer frente a una sociedad que quiere “desnaturalizar su proyecto humano y cristiano”, la Comisión Nacional de Pastoral Familiar (CNPF) de la Conferencia Episcopal del Uruguay organiza la semana de la familia “cuna de valores humanos y cristianos”, del 5 al 11 de octubre.
Durante esta semana, diferentes diócesis uruguayas promoverán momentos de encuentro familiar, de vida espiritual en común en la oración cotidiana familiar y en las obras de caridad.
Según informó a Radio Vaticano, monseñor Nicolás Cotugno, arzobispo de Montevideo y presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal uruguaya, las familias “respiran el aire contaminado” de la cultura de muerte. Un hecho que “nos afecta a todos” y que “minan la realidad familiar”.
Manifestó también su preocupación debido a que, en medio de las familias destruidas “los valores desde todo punto de vista corren el riesgo de no encontrar dónde ubicarse para poder nacer y desarrollarse”.
Monseñor Cotugno se refirió al “Tsunami de secularismo e individualismo” que “ha desarticulado la familia”.
Consideró que programas como una agresiva planificación familiar buscan “destruirla para que no se siga adelante con una visión sobre la superpoblación negativa para la familia”
“Se quiere promover la homosexualidad para destruir la familia, limitar su fecunidad y controlar el crecimiento de la humanidad”, advirtió el prelado.
El arzobispo se refirió también al hecho de la reciente aprobación de la ley de adopción por parte de parejas homosexuales en su país, la primera nación latinoamericana en dar vía libre a este proyecto. “No nos cruzamos de brazos. Tenemos que promover la familia como cuna de los valores”, dijo.
Igualmente hizo alusión a documentos pontificios y episcopales que pueden iluminar la realidad familiar como la constitución Gaudium et spes del Concilio Vaticano II así como las conferencias episcopales, especialmente la realizada hace dos años en Aparecida.
Dijo que de esta manera la Iglesia en Uruguay está trabajando para hacer vida estas reflexiones que den las bases para reforzar la identidad familiar: “La sal no hay que dejarla en el salero, hay que ponerla en la mesa para que dé sabor. Estamos promoviendo políticos que desde el Parlamento y el lugar donde se hacen las leyes, puedan estar empapadas de valores cristianos”, concluyó el prelado.
Mayor información: http://www.pastoralfamiliar.org.uy